Sexo, servidores y Hillary Clinton

La bola de nieve empezó íntima, con un político demócrata llamado Anthony Weiner que gustaba (o que gusta) de utilizar la conexión de Internet para mantener contacto con otras mujeres que no eran su esposa. Actualmente está separado de Huma Abedin, una alta colaboradora de la candidata demócrata, Hillary Clinton.

“Weiner tuvo que renunciar a su escaño en el Congreso en el 2011, cuando colocó por error en Twitter una imagen de sí mismo en ropa interior”. También se lanzó como candidato a la alcaldía de Nueva York, y de candidato popular, se convirtió en rechazado porque, dos años después de la renuncia, seguía enviando mensajes 3Xs.

¿Pero cómo afectan estas acciones privadas a la aspirante demócrata?

Según el director del FBI, James Comey, “la investigación federal sobre los mensajes de Weiner es un ‘caso no relacionado’ que le llevó a investigar de nuevo la práctica de Clinton de usar un sistema privado de correo electrónico cuando era secretaria de Estado”.

Dicho caso fue cerrado en julio pasado, y la conclusión, emanada por el propio Comer, fue que “Hillary Clinton no iba a ser procesada por utilizar un servidor privado para enviar mensajes relacionados con su trabajo como secretaria de Estado”.

Faltando seis días para la celebración de las elecciones generales en las que el candidato republicano, Donald Trump, caía en picada en las encuestas debido a un video en el que se jactaba de que por ser rico podía hacer lo que quisiera con las mujeres, con amplios detalles sobre toques manuales... el “republicano independiente” del FBI decidió informar a congresistas sobre los últimos correos electrónicos, sin haber estudiado toda la documentación porque necesitaba una orden de registro, que consiguió posteriormente.

Pero, según las leyes electorales, es posible que el funcionario haya violado la Ley Hatch, la cual prohibe que un funcionario público pretenda influir en los resultados finales en unos comicios, lo que le puede causar problemas legales.

Además, el líder de la minoría en el Senado estadounidense, Harry Reid, y otros de sus compañeros han estado presionando, desde hace meses, al jefe del FBI, para que dé a conocer la “información explosiva sobre los estrechos lazos y la coordinación entre Donald Trump, sus altos asesores y el Gobierno ruso”. Nunca hubo respuesta.

Todo este embrollo ha dado como resultado que la cómoda ventaja que tenía Hillary Clinton en las encuestas haya disminuido y que, el republicano Trump, se ha recuperado, lo que proyecta que los resultados de las elecciones serán bastante reñidos. La bola de nieve íntima se convirtió en pública y ya es gigantesca... por demás.