Migración
Países de la Unión Europea refuerzan controles fronterizos

Migrantes en los atestados cruces fronterizos de Hungría con Austria y Serbia se enfrentan a la incertidumbre el lunes mientras varios países de la Unión Europea refuerzan los controles fronterizos en un precedente que podría acabar con el principio de libre movimiento entre la mayoría de sus naciones.
Mientras la policía húngara patullaba su frontera a caballo y trabajadores desenroscan el alambre de púas que permitirá terminar la valla fronteriza, Austria, Holanda, República Checa y Eslovaquia se apresuraron el lunes a copiar a Alemania al anunciar el endurecimiento de los controles fronterizos.
Estos esfuerzos significan puntos de presión mientras el flujo de personas que huye de la violencia en sus países y cruza por los Balcanes no da señales abatimiento.
"¡Rápido! ¡Nos están dejando entrar!", alguien gritó el árabe en un puesto de control cerca de Roszke, Hungría, mientras la policía cerró unas vías de tren por donde miles ingresaron al país y subían a los inmigrantes en autobuses.
En otras partes, hubo cuellos de botella en el pueblo fronterizo austriaco de Nickelsdorf, donde un portavoz de la policía informó que un camino principal tuvo que ser cerrado porque hasta 10.000 migrantes estaban cruzando desde Hungría.
Las revisiones fronterizas en Alemania también causaron congestiones vehiculares de hasta 20 kilómetros (12 millas) de largo en las carreteras de Austria.
El vicecanciller alemán Sigmar Gabriel defendió los nuevos controles diciendo que no estaban diseñados para mantener lejos de Alemania a las personas que huyen de su país, sino para tener un flujo más ordenado de personas. En una carta enviada a su Partido Socialdemócrata, también predijo que podrían llegar a Alemania hasta 1 millón de solicitantes de asilo este año y pidió que otras naciones de la UE hagan más por ayudar.
Los controles fronterizos son una "clara señal" a nuestros socios europeos de que "Alemania, aunque estamos preparados para dar asistencia desproporcionada, no podemos recibir a todos los refugiados", escribió.
Hungría por otra parte se prepara para introducir controles fronterizos más duros a partir de la media noche, con leyes que pueden enviar a los traficantes a prisión y deportar a migrantes que corten la nueva reja fronteriza húngara. El líder del país fue muy claro en decir que estaban pensadas para mantener a los inmigrantes alejados.
"Tienen que defender a Hungría y Europa. Deben defender las fronteras del país mientras al mismo tiempo protegen nuestra forma de vida. Son los defensores de nuestra cultura, nuestra forma de vida y soberanía", dijo el primer ministro Viktor Orban a cientos de policías que se dirigían a la frontera serbia.
La República Checa reforzó su presencia en la frontera con Austria, pero todavía no introduce puestos de control.
Con el sistema de fronteras abiertas existente en gran parte del continente cada vez bajo más presión, los ministros del Interior de los 28 países de la Unión Europea iniciaron discusiones de emergencia el lunes en Bruselas con la idea de estrechar la división sobre cómo repartir la responsabilidad por los miles de refugiado que llegan todos los días.
"Si no hallamos una solución, entonces este caos será el resultado", dijo el canciller de Luxemburgo Jean Asselborn, país que actualmente tiene la presidencia rotativa de la UE. "Esto se convertirá en un efecto dominó y tendremos que olvidarnos de Schengen", el área de fronteras abiertas y uno de los mayores logros de la UE.
Sus conversaciones se centrarán en cómo distribuir a 160.000 refugiados durante los próximos dos años.
La llegada de unos 500.000 migrantes en lo que va de año ha tomado a la UE por sorpresa, y el bloque europeo ha reaccionado con lentitud a la situación.
Los ministros confirmarán la distribución de un contingente inicial de 40.000 refugiados, pero este plan se elaboró en mayo, y algunos estados siguen negándose a asumir su parte proporcional antes de final de año.
