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Se intensifica crisis entre Venezuela y Colombia

Venezolanos intentan cruzar de Colombia hacia Venezuela.
La decisión del gobierno venezolano de extender el cierre de las fronteras con Colombia al principal paso del estado de Zulia alejó las posibilidades de que la crisis bilateral, que lleva casi tres semanas, pueda superarse en breve tiempo.
Por su parte, Santos declaró, sin hacer mención a Venezuela o a Maduro, que no caería en provocaciones, y sostuvo que "cuando nos atacan lo que hacemos es reafirmar nuestros principios y nuestros valores".
Los presidentes Nicolás Maduro de Venezuela y Juan Manuel Santos de Colombia se han mostrado abiertos a sostener un encuentro para buscar una salida a la crisis, pero ambos han puesto condiciones para esa reunión mientras siguen subiendo de tono las declaraciones desde ambos lados.
"Los pueblos no aceptamos más que la frontera este plagada de paramilitares, contrabando masivo, narcotráfico", afirmó el martes Maduro al asegurar en un mensaje de su cuenta de Twitter que Venezuela seguirá insistiendo en tener "otra frontera y otra relación" con Colombia.
En medio de la crisis unos 20.000 colombianos abandonaron Venezuela, según registros de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. De ese total unos 1.467 fueron expulsados y el resto salió del país voluntariamente.
El paso fronterizo de Paraguachón, en las áridas y calurosas tierras al norte de Zulia, amaneció el martes bloqueado con tubos de metal pintados de amarillo y negro de más un metro y medio de largo, mientras los alrededores fueron tomados por centenares de militares, relataron habitantes de la zona.
"Amanecimos hoy demasiado tristes por el cierre y el estado de excepción. Creo que esto no es lo que nosotros merecemos porque nosotros lo único que hacemos es cuidar nuestro territorio", indicó a The Associated Press Ricardo Fernández, integrante de la tribu indígena wayúu y defensor de los derechos, que precisó que el consejo de ancianos de la comunidad decide las acciones que tomará la colectividad que integran más de 300.000 indígenas.
Fernández, candidato opositor para las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, negó que en esa región fronteriza operen paramilitares colombianos y sostuvo que en zona los wayúu sólo se encuentran con guerrilleros. "Ellos no nos molestan, pero ellos tienen ya 10 años que se han metido", agregó.
El vicepresidente venezolano Jorge Arreaza indicó que la zona fronteriza de Zulia está en completa normalidad y anticipó que "vamos a tener por supuesto estrictos niveles de control para que podamos estabilizar la situación en la zona", según reseñó la estatal Agencia Venezolana de Noticias.
El ministro del Interior de Colombia, Juan Fernando Cristo, afirmó desde Bogotá que las declaraciones de la víspera de Maduro "no contribuye para nada a la creación de un clima que permita un dialogo bilateral", y dijo, durante una sesión de una comisión del congreso, que las expresiones del mandatario venezolano serían sometidas a evaluación porque son "francamente irrespetuosas y ofensivas con el pueblo colombiano".
La oposición venezolana consideró una medida de distracción el cierre del paso fronterizo en Zulia y el estado de excepción que se estableció en tres municipios de esa región adonde serán enviados 3.000 militares para reforzar la seguridad.
El secretario ejecutivo de la coalición opositora, Jesús Torrealba, dijo a AP que las acciones en Zulia forman parte de las "estrategias del ventajismo institucional" que estaría consolidando el gobierno de cara a los comicios legislativos en los que la oposición figura como favorita para vencer y lograr la mayoría en la Asamblea Nacional.
Zulia tiene una gran importancia debido a que es uno de los principales centros petroleros del país y tiene la mayor población electoral luego de la región capital.
Venezuela resolvió cerrar de algunos de los pasos fronterizos a partir del 19 de agosto a raíz del ataque que sufrieron tres militares y un civil en la localidad de San Antonio de Táchira cuando realizaban labores de combate al contrabando y que el gobierno atribuyó a un grupo paramilitar colombiano. Las autoridades venezolanas también impusieron el estado de excepción por 60 días, prorrogable por otros dos meses, en 10 municipios de ese estado e iniciaron la deportación de más de 1.000 colombianos que residían en el país de forma ilegal.
Estas medidas desataron una crisis diplomática entre Caracas y Bogotá. El gobierno colombiano anticipó que recurrirá a instancias internacionales para denunciar los maltratos a los que supuestamente han sido sometidos sus connacionales expulsados de Venezuela.
La canciller colombiana María Angela Holguín se reunió el martes con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para exponerle la situación que surgió en Colombia a raíz de ingreso masivo de colombianos que fueron deportados de Venezuela y los que salieron voluntariamente de ese país, y los problemas estructurales que existen en la frontera como el contrabando y la presencia de grupos criminales.