NIHAO MUNDO

Irán y China

Persia, que es Irán o “Tierra de los Arios” desde 1935, cuando el Shah Reza Pahlavi le cambió el nombre, tiene el foco de la atención mundial. Quizás siempre lo ha tenido, desde Darío I el Grande en el siglo V a.C, hasta la Revolución Islámica chiita bajo el liderazgo del Ayatollah Jomeini en 1979 y la consecuente guerra con Irak 1980- 88, no obstante en estos momentos, dadas las circunstancias, los avances tecnológicos y las comunicaciones, el interés por lo que allí sucede es realmente planetario. La renovada crisis con EEUU en el estrecho de Ormuz y el reciente embargo de la Unión Europea a su crudo, lo que de acuerdo a un informe del FMI, podría incidir en el aumento del petróleo en un 30% o más, son las principales razones. De China, todos sabemos que es del país que más se ha hablado en la última década, aunque siempre ha estado ahí con magnitudes tan obvias que nunca ha podido ser ignorado. Hoy también, por diversas razones, entre ellas su ascenso económico, su influencia global, también tiene el foco de la atención mundial. No se puede entender el mundo de hoy, no se puede hacer un análisis geopolítico, geoestratégico mundial dejando a Irán y a China como dos entes independientes o como aliados fuera de dicho análisis. La china y la persa son dos de las más antiguas culturas del planeta. China, de Asia oriental, primera población, segunda economía, tercer territorio, segundo en gastos para la defensa, potencia nuclear, Democracia Popular de Partido Único. Irán, también de Asia, Oriente Medio, Golfo Pérsico, uno de los principales productores y que tiene mayores reservas de petróleo y gas natural, miembro y fundador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), República Islámica, Teocracia. Tanto uno como el otro ocupa un lugar primordial en los escenarios donde se libran las “Guerras por los Recursos” de las que habla el experto en seguridad internacional, Michael T. Klare, en su libro del mismo nombre. Sobre todo por los combustibles fósiles, Irán en la Cuenca del Mar Caspio, China en el Mar de China Meridional; Irán como productor, como proveedor, China como consumidor, primero y como futuro explotador y productor, después. Irán no fue el primero, pero tampoco el último que estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China (RPCh), lo hizo el 16 de agosto de 1971, antes de que se produjera la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU, por la cual se reconocía como única China a la RPCh. Mohammad Reza Pahlevi, en su calidad de Shah, gobernaba en Irán, Mao Zedong, en su calidad de Gran Timonel, gobernaba en la RPCh. Hoy son importantes aliados económicos, su intercambio comercial se ha quintuplicado en los últimos diez años, pasando de 7 mil millones de dólares en el 2001 a casi 40 mil en estos momentos y se procura elevar el intercambio comercial hasta los 50 mil millones de dólares en 2015. China es el mayor socio comercial de Irán, mientras que Irán se encamina a convertirse en el segundo mayor proveedor de petróleo crudo a China. Por eso no es de extrañar la amistad y la alianza de estas dos naciones. China se opone y se ha opuesto siempre a las sanciones unilaterales, de EEUU y Europa contra Irán. Por el momento, en esta etapa diplomática, de embargos y amenazas, China está del lado de Irán y de seguro estará en la siguiente etapa, a la cual no conviene llegar.

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