ESPAÑA

Protestas por el cierre de acería

“¡Mienten, cierran sin decirlo!”, se escandaliza Oscar Tierno, obrero de la siderúrgica ArcelorMittal de Madrid, que se manifiestó ayer jueves como otros muchos para decir “no” al cierre de la fábrica, un nuevo golpe para la siniestrada economía española. “¡No al cierre de Arcelor!”, gritan con ira los manifestantes, gritos acompañados por un estruendo de silbatos y cornetas, delante de las rejas de la sede de Villaverde, que se extiende a lo largo de unas 150 hectáreas en los alrededores de la capital. Vigas para construcción La acería que emplea a 324 personas, especializada en la producción de vigas para la construcción, se encuentra parada desde finales de octubre y su personal en desempleo parcial. La actividad debía reiniciarse en enero, pero la dirección de ArcelorMittal anunció el martes que apagaba, por un tiempo indeterminado, el horno eléctrico y la producción de acero, durante una reunión del comité de empresa europeo extraordinario en Luxemburgo. El motivo, según el grupo que emplea a 11,000 personas, es “la persistente debilidad del mercado de la construcción española y la ausencia de indicios de recuperación a corto plazo”. Según la dirección de la fábrica, el 84% de la producción de acero en 2010 debió ser exportada, lo que generó pérdidas importantes. “Es un eufemismo para no hablar de cierre...”, deplora José María Piñero, delegado del sindicato UGT en la fábrica.

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