¿Hasta cuándo seguir con el jueguito?

¿Usted cree que sea posible que el pueblo haitiano, aparte de sufrir los embates de la naturaleza, que se comportó implacablemente contra la gente (220,000 muertos y 1.5 desamparados), tenga que soportar también los “deslices” de los políticos locales? No ha sido suficiente la alta cifra de muertos y el deterioro total de la infraestructura, también pretenden pescar en río de agua revuelta con el fin de mantener un dominio político más allá del sufrimiento del alma. El presidente electo mismo, Michel Martelly, pidió a la comunidad internacional que desconozca los resultados de las elecciones legislativas, empañadas por supuestas “denuncias de fraude a favor del partido del mandatario saliente, René Préval”, según publicó una agencia de prensa. Si ha habido descreencia para la entrega de fondos para ayudar a los desamparados del terremoto, ¿podría creerse que esos “amigos” estén dispuestos a echar una “pelea” por un liderazgo político ya altamente cuestionado? ¿Quién ha dicho que en la región todavía es tiempo de armar mamotretos electorales y “aquí no ha pasado” y “a nadie le importa”? De voz del mandatario electo, directamente, se escuchó que “senadores y diputados que estaban muy por delante en la primera vuelta electoral fueron ‘sistemáticamente excluidos’ en la segunda ronda”. Y así, luego de la voz de alarma, la comisión electoral decide “aplazar la certificación de los resultados electorales legislativos, después de que diplomáticos estadounidenses y de Naciones Unidas pusieron en duda la victoria de más de una decena de candidatos”. En primer lugar no es la comunidad internacional la que tiene que tomar la decisión final. Bien cierto es que en casa, si papá pone el dinero, se hace lo que él dice. Si hay mucho orgullo nacional cuando surgen críticas de la comunidad exterior, también debe haber coraje para enfrentar los errores internos. Los países donantes, entre los que se incluyen a Brasil, Canadá, España, Estados Unidos y Francia, informaron que las cifras de los resultados preliminares y “los finales en 18 circunscripciones electorales, plantean dudas sobre la legitimidad de las legislativas”. El nuevo gobierno que aún no empieza a trabajar tiene mucha esperanza en los recursos prometidos para la reconstrucción del país, pero si todavía no empieza y de antemano el Poder Legislativo está manchado por el fraude, habrá que olvidarse de las donaciones. Porque una cosa son las promesas y otras son los desembolsos, o es que los haitianos, la gente, no tienen derecho a conocer un poco de democracia real?