CUMBRE

Países del G-20 prometen reducir déficits en 3 años

LA CITA DE LOS MÁS PODEROSOS DEL MUNDO CULMINÓ AYER

Los países ricos deben reducir sus déficits públicos a la mitad en tres años y los emergentes flexibilizar sus monedas, además de aumentar sus gastos sociales y en infraestructura, según la declaración final de la cumbre del G20 que culminó ayer en Toronto (Canadá). “Nos comprometemos a adoptar acciones coordinadas para sostener el crecimiento, crear empleos y obtener un crecimiento más fuerte, sostenible y equilibrado”, señala el proyecto. Esos planes deberán ser sostenibles fiscalmente y “ser diferenciados y ajustados a las circunstancias nacionales”, reconocieron los líderes de los países industrializados y emergentes que integran el grupo. El presidente de EEUU, Barack Obama, calificó como un éxito la cumbre y aseguró que aunque “cada economía es única, y cada país establecerá su camino”, todos se mueven “en la misma dirección”. En una rueda de prensa tras la clausura de la cumbre, Obama indicó que la economía “ha vuelto a crecer” gracias a las medidas adoptadas en reuniones previas y que pese a las diferencias con las que los países acudieron al encuentro: “podemos coordinar nuestras posiciones y continuar centrándonos en un crecimiento duradero que dé empleo a nuestra gente y cree prosperidad para el mundo”. El crecimiento obtenido hasta ahora, indicó, no es “suficiente”, y si en EE.UU. y en muchos otros países aún hay mucha gente sin empleo, en “demasiadas economías” la demanda de bienes y servicios es aún “demasiado débil”, sostuvo. Ante las crecientes diferencias internas que amenazaban la cohesión de este naciente foro, los países optaron por una decisión salomónica: reducir los déficits y deudas públicas es importante, pero estimular el crecimiento con medidas propias también lo es. Los países ricos se comprometieron a reducir a la mitad el peso de sus déficits públicos en sus PIB (Producto Interno Bruto) de aquí a 2013 y a estabilizar o empezar a reducir la relación deuda pública/ PIB de aquí a 2016. La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró satisfecha por el compromiso. “Eso significa que habrá que equilibrar las cuentas para enfrentarse a la deuda”, declaró. Al mismo tiempo, los países emergentes con superávit deberán emprender reformas para flexibilizar sus monedas, fortalecer el gasto social e incrementar el gasto en infraestructura, un mensaje dirigido en especial a China. Igualmente, esas reformas deberán ajustarse a las condiciones de cada país, que representan el motor del crecimiento mundial desde que la crisis derrumbó a las economías de Estados Unidos y Europa. Los países emergentes se verán gravemente afectados por los ajustes fiscales drásticos de los países europeos, había advertido el sábado el ministro de Finanzas y jefe de la delegación brasileña, Guido Mantega. Si los países avanzados “en vez de estimular el crecimiento prestan más atención al ajuste fiscal, y si son exportadores, estarán haciendo el ajuste a costa nuestra”, sentenció.

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