AUSTRALIA

Abre Jornadas Mundiales de la Juventud

SIDNEY.- Con una misa al aire libre a la que asistieron decenas de miles de jóvenes católicos dio inicio las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) en Sidney, a las que se unirá mañana jueves el papa Benedicto XVI, quien ya está en Australia, pero se toma unos días de descanso.La multitudinaria celebración de la eucaristía, con 26 cardenales, 400 obispos y 4,000 curas de todo el mundo, tuvo lugar en Barangaroo, a orillas de la deslumbrante bahía de Sidney, ciudad australiana que fue invadida por unos 125,000 jóvenes peregrinos de 169 países del mundo.Estas jornadas de reflexión cristiana, repletas de eventos tales como foros sobre los más variados temas, incluido la sexualidad, la pobreza o las mujeres y la Iglesia; conversaciones con cardenales y conciertos, tendrán su punto álgido cuando se les una el papa, que llegó el domingo a Australia.Benedicto XVI, que asistirá a sus segundas JMJ, luego de las que se realizaron en Colonia en 2005, descansa en una propiedad en las afueras de Sidney, para recuperarse del largo viaje de 20 horas desde Roma.“Bienvenidos a Australia”, saludó el primer ministro australiano, el anglicano Paul Rudd, en varios idiomas, en una aparición sorpresiva al inicio de la misa en Barangaroo. Los jóvenes “son la luz del mundo en tiempos en que el mundo tiene tanta oscuridad”, indicó en sus breves palabras.ExhortaciónLa celebración eucarística, que se prolongó por varias horas e inició en un agradable clima, a pesar de ser invierno, fue presidida por el arzobispo de Sidney, cardenal George Pell, quien pidió compromiso y disciplina a los jóvenes.“Muchos han descubierto su vocación durante las Jornadas Mundiales de la Juventud. Ser un discípulo de Jesús exige disciplina, en particular la autodisciplina. (...) El autocontrol es necesario para desarrollar y proteger el amor en nuestros corazones”, afirmó Pell.El Papa de 81 años, de quien se esperan 11 discursos durante su estancia en Australia, hará su aparición el jueves a bordo de un “barco papal” que atracará en el puerto de Sidney, y culminará su visita el domingo con una misa a la que se espera acudan 500.000 personas, que cerrará también las JMJ.

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