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La diferencia del humano y un bot en la era de la IA

Existen diferentes métodos para probar la identidad de una persona cuando navega en la web, sin embargo, las suplantaciones y robo de información siguen siendo un problema que afecta directamente a los usuarios

Hannah Stocking asiste a la Celebración Mundial de Sam Altman para el lanzamiento en EE. UU. en el Fort Mason Center el 30 de abril de 2025 en San Francisco, California.

Hannah Stocking asiste a la Celebración Mundial de Sam Altman para el lanzamiento en EE. UU. en el Fort Mason Center el 30 de abril de 2025 en San Francisco, California.Getty Images for World

La verificación de identidad en internet es cada vez más necesaria para evitar robo de información de los usuarios. Esto trae consigo la creación de métodos que se consideren exactos para proteger los datos de las personas en un mundo donde la inteligencia artificial (IA) no deja de ganar campo.

Y precisamente la IA es uno de los motores que ha hecho relevante la identificación del humano frente a una plataforma o para tener acceso a un servicio digital.

Para reconocer la identidad puede estar la huella, el rostro, sistema de voz…, otro método es el iris, este último es la apuesta que se hace con Orb, el aparto con el que la “startup” World pretende generar un sistema de registro para que se diferencie el humano de un bot.

“Uno de los principales desafíos es acercar la experiencia de verificación a las personas para que le sea más conveniente”, es decir, que si alguien quiere verificarse lo haga en poco tiempo y en actividades de su diario vivir. La explicación es de Martín Mazza, gerente regional para Latinoamérica de Tools For Humanity (TFH), que tiene a cargo a World, y que apuesta en el mercado de la verificación con Orb.

Martín Mazza, gerente regional para Latinoamérica de Tools For Humanity.

Martín Mazza, gerente regional para Latinoamérica de Tools For Humanity.Fuente externa

Este aparato, conocido ya en varios países del mundo incluido República Dominicana, fue lanzado en Estados Unidos a principios de mayo iniciando en centros de innovación de Union Square en San Francisco, Los Ángeles, Miami, Atlanta, Austin y Nashville; en agenda están Seattle, Las Vegas, San Diego y Orlando.

“Pensamos trabajar una red que vea disponible en tu café preferido, en tus aplicaciones de delivery preferidas, en los centros comerciales, cuando vas al cine o cuando estás paseando, haciendo compras… Eso implica una estrategia hiperlocal de trabajar con socios locales de confianza en cada país donde está disponible el servicio”, asegura Mazza.

¿En qué consiste?

Al registrarse con el equipo se crea una WorldlD, y el usuario genera “coins”, una especie de criptomonedas, lo que es explicado como uno de los efectos reales de la herramienta. Y una duda que surge es la seguridad de este sistema.

Para Mazza, la biometría, particularmente el iris, es lo que hace que esto sea seguro, y privado, inclusive, porque con las huellas, por ejemplo, se pueden usar distintas combinaciones.

Hombre escanea su iris con el Orb

Hombre escanea su iris con el OrbZach Hilty/BFA.com

“O sea, es mucho más sencillo hacer fraude (con la huella), lo hace menos seguro, menos robusto, también nos hace menos único…, un poco menos exclusivo”, asegura.

¿Qué pasa con los datos cuando se hace el registro? De acuerdo con la presentación, estos se transfieren al dispositivo del usuario y se eliminan permanentemente del Orb.

Al referirse sobre el inicio de este método que lleva más de cinco años de investigación y está en su tercera generación, el experto explicó que “hubo mucha investigación en cómo verificar humanidad usando distintas técnicas y se probaron distintos dispositivos”.

Actualmente, en el mundo hay más de 12 millones de usuarios verificados en la plataforma liderada por los creadores de TFH, Alex Blania y Sam Altman, este último recordado por estar detrás de la creación de OpenIA: ChatGPT.

Herramientas integradas

La identificación con Orb está en Razer, la empresa de videojuegos, y se usa como una estrategia para evitar que bots se puedan apoderar de jugadas en línea.

En otra que se ha implementado es aplicación de citas. Tinder se estrena con este método que arranca en Japón. “Pero actualmente esperamos que eso se pueda desplegar en todos los países donde están disponibles las aplicaciones de ‘grupo match’, verificar que una persona con la que está saliendo o tienes intenciones de conectar sea un humano y no sea un bot”, detalla Mazza.

El ecosistema financiero también se nutre con esta propuesta. Otro valor que ve Mazza en esta tecnología es que sirve para que las empresas puedan mitigar el riesgo de suplantación de identidad y fraude en línea.

Asegura que en América Latina las empresas invierten dos veces lo que invierten sus pares en Estados Unidos para contrarrestar prácticas fraudulentas.

El experto ve este tipo de tecnologías aplicables también en eventos de entretenimiento, que actualmente están en uno de sus mejores momentos por los conciertos masivos de artistas populares, y actividades deportivas.

Pero también está el sector de la gastronomía y de reseñas de productos o experiencias.

“¿Cómo sabes cuándo estás viendo reseñas genuinas en un restaurante que vas a escoger y no que son pagadas a una granja de bots para auto inyectarse cinco estrellas? Eso es lo que vas a encontrar en el wallet de WorldID”, dice Mazza al ofrecer más detalles de esta tecnología.

Sepa más

Inteligencia Artificial 

La IA tiene su espacio ganado en lo más común que pueda hacer una persona con acceso a internet. Y aunque representa una solución, en manos equivocadas puede representar un problema para la seguridad de los usuarios.

Algo que Martín Mazza ve en ella es lo retadora que puede ser para generar soluciones y crear un clima de confianza en entornos digitales.

“Con ChatGPT puedo falsificar un pasaporte en tres minutos y documentar un proceso bancario para abrir una cuenta. Puedo clonar la voz de una persona. Es muy difícil distinguir qué es humano y qué no en línea, qué es real y qué no”, reflexiona.