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¡Ojo con los apellidos!

Los empleados de centros clínicos, laboratorios, centros jurídicos, etc. son seres que a diario tienen relación con clientes que poseen nombres iguales, por lo que resulta delicado llenar los recibos y/o facturas, porque cualquier error en el nombre y apellidos es un problema serio, ya que los galenos medican basados en los resultados de las pruebas, y una confusión de esa índole podría causar hasta la muerte.

Todo esto porque existen nombres que son apellidos y viceversa, como por ejemplo María de Jesús Roque, en que no se sabe si el “de Jesús” es nombre o apellido. Por eso consideramos que debe hacerse como en otros países, donde para evitar errores los apellidos siempre se ponen en mayúscula y el nombre en minúscula. Por ejemplo, DE JESÚS ROQUE, María, si el apellido es de Jesús, o ROQUE, María de Jesús, si el apellido es Roque.

No me gustan los nombres comunes, precisamente porque causan confusión. El mío no es tan común y en el Directorio Telefónico encontré diez “Xiomara Pérez”.

Otro ejemplo es un caso cercano a mí, de una persona que solicitó en la Procuraduría una certificación de buena conducta y tuvo que esperar dos semanas para que le expidieran la misma, porque con su mismo nombre había más de cuarenta personas y una de ellas tenía una ficha policial.

Él, después de recibir el papel de buena conducta, solicitó una certificación aclaratoria de su situación, para no tener inconvenientes cuando se identificara y seguir solicitando su certificación tranquilo, sin investigaciones kilométricas.

Asimismo, los que laboran en esos centros clínicos y jurídicos tienen que tener delicadeza cuando tratan con personas que poseen un solo apellido porque no fueron reconocidos legalmente por sus padres y les preguntan: “¿Sólo tiene un apellido?”. Eso les molesta y les afecta emocionalmente; es mejor que se llame a la persona a solas y se cuestione con sutileza y discreción.

Hago un llamado a los padres para que analicen bien antes de declarar a sus hijos con nombres que también son apellidos, como por ejemplo José, Duarte, Mateo, Jesús, Matías, Francisco, etc., a fin de evitar futuras confusiones.

Hay muchas personas que se sienten orgullosas de llevar solo el apellido de la persona que lo parió.

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