SENDEROS
No todo está perdido
Cuando eliges vibrar desde el amor, y alimentar lo divino comprometiéndose con los más excelsos propósitos que mueven a trabajo tesonero por el bien común, se propone pulir sentimientos inferiores y serviles sólo arrastran por un camino egoísta, poco empático, obviando a quién se llevan por delante, olvidando las leyes de causas y consecuencias, aunque momentáneamente se tenga una victoria en las manos. La paz no tiene precio, hay un antiguo refrán popular que reza: “No hay mejor almohada que una conciencia tranquila”.
Los escándalos colectivos, políticos y religiosos han estado derrumbando cimientos que parecían sólidos, tal como era previsto con la entrada de Plutón a Acuario, analizado por demás en entregas anteriores. Seguirán cayendo altares mientras no se comprenda que la psicología colectiva continúa reclamando un cambio radical, se requiere un recto pensar, de acciones impecables, justicia inclusiva con acciones concretas, no cantos de sirena de políticos demagogos, si no están dentro de los estándares que requiere el momento, sucumbirán sin tanta suerte como los anteriores.
Estamos en una sociedad profundamente enferma por tener, y olvidando la urgencia de cultivar lo que se es en realidad. En estos tiempos percibimos una generación que defiende la integridad y la equidad. La tecnología que se eficientiza vertiginosamente ayudará a que se transparenten situaciones que quieran ocultarse. Los nuevos actores deberán perseverar en su objetivo de vencer las tentaciones que se desbordan en el poder.