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FÁBULAS EN ALTA VOZ

Bombardeo de correos engañosos

Marta Quéliz

Marta Quéliz

No les puedo decir la cantidad de mensajes que recibo a diario con nombres de instituciones reconocidas y que luego noto que no vienen desde cuentas autorizadas, sino de parte de personas que ya no encuentran de qué manera engañar a la gente. Llegan con nombres de entidades bancarias, de las que inclusive, no tienes ningún producto ni servicio. Los hay hasta con alertas de que tu correo dejará de funcionar y que debes acceder a tal o cual cuenta para evitarlo. La cosa no anda bien, señores, el ciberengaño está ganando terreno, y es importante estar atento.

Peligro que acecha

Todos estamos en riesgo de ser la próxima víctima de cualquiera de estas prácticas virtuales de estafa que han dejado a más de uno con las manos en la cabeza. Es necesario que busquemos, que nos orientemos respecto a la ciberseguridad, y que seamos más desconfiados de lo que recibimos a través de correo, redes sociales, mensajes de texto, llamadas telefónicas de números de desconocidos y de todo lo que nos pueda crear dudas. Si ve que hay algo que no le cuadra, pregunte a gente de confianza que tenga buen manejo y sepa lidiar con este tipo de casos y cosas.

Buscando respuestas

Para ver cómo podemos tener un poco de paz en un mundo que cada día busca más razones para robarla, me fui a una ciudad fabulosa donde los seres humanos, sin importar de dónde sean, se respetan y se protegen porque saben que no hay nada más valioso que estar tranquilo, sin ese sobresalto de que en cualquier momento te pueden engañar. Allí no hay forma posible de jugar con el sagrado sosiego que toda persona se merece. El trabajo honesto es la única manera que tienen de ganarse el pan de cada día. No sacrifican a otros para obtener comodidad o confort. Al contrario, con su proceder contribuyen al bienestar y felicidad de los demás.

Práctica en aumento

Al regresar de aquel lugar fabuloso donde la cibercomunicación la utilizan para acortan distancia y estar mejor conectados, nunca para dañar; fue difícil enfrentar la realidad que arropa a la humanidad en momentos en los que algunas personas inescrupulosas buscan ganar de manera fácil su modo de subsistencia, mientras los engañados deben empeñarse para obtener ingresos y salvaguardar su integridad física y emocional. Porque, por como todos sabemos, no solo es por dinero el engaño. Muchos de esos mensajes también pueden ser con fines de dañar sexualmente a alguien, de robar algún órgano y hasta quitarle la vida. Casos hay que lo justifican. No hay que asustarse, solo ocuparte por es fuerte el bombardeo de este tipo de práctica, va en aumento.

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