En Valladolid: antigua capital del imperio

Es mi segunda visita a Valladolid, la ciudad que durante el reinado de Felipe III fue capital del imperio, hasta que ésta fue trasladada de nuevo a Madrid. Apenas duró cinco años (1601-1606). Para caminar un rato por su casco antiguo llegamos en taxi hasta la Plaza Mayor, considerada como la primera Plaza Mayor regular de España, cuyo ‘conjunto urbanístico procede del siglo XVI’. Echamos un vistazo al ambiente y en el Café del Norte, que funciona desde 1861, nos sentamos para almorzar y trazar ruta para las pocas horas que pasaremos en esta ciudad.

Al frente vemos la Casa Consistorial, o Ayuntamiento, levantado en 1908. Hacia un lado, la estatua en bronce del Conde Ansúrez, ‘primer Señor de la Villa’. La perspectiva visual general no es, empero, la mejor pues la interrumpen las casetas de la Feria del Libro que en esos días se celebra. (Es el mes de junio del 2022).

‘¿Estás segura de lo que vas a pedir?’, me pregunta Alexis. ‘Sí. De entrante ‘Risotto de carrilleras y mezclum de setas’. De principal ‘Lomo de merluza con salsa verde y verduritas’, del que no imaginaba que trae almejas, camarones, patatas (papas), espárrago y tomaticos. (El Menú Ejecutivo vale 19.90 €). Mi hijo se cantea por ‘Patatas Teja 3’ (6.90 €). ‘Teja por la forma en que están cortadas y 3 por las tres salsas’ explica el mozo.

Terminado el almuerzo caminamos por el área porticada hasta llegar a la calle Teresa Gil. En la Plaza de la Fuente Dorada una placa reproduce un párrafo de ‘La procesión de los herejes’, la novela sobre la Inquisición, escrita por Miguel Delibes, nativo de Valladolid. ‘Al abandonar la calle Orates, la procesión de los reos hubo de detenerse para ceder el paso al séquito real que subía por la Corredera’.

Confundida en este andar por el casco antiguo, tan pronto pasa junto a nosotros un lugareño le pregunto dónde está la Catedral. ‘Gire a la derecha y desde allí ya la verá’, responde. Así lo hacemos. La descubro hacia un lado levantada. A sus pies, sobre la calzada peatonal me sorprende el despliegue de mesas de las cafeterías en el entorno. Me pregunto si en algún momento podrán entremezclarse los sonidos de plegarias en el interior del templo y el bullicio que puedan proyectar los parroquianos que beban y coman a la misma hora. Seguiremos la ruta en una próxima entrega. (Mi hijo, Alexis Ramos Brusíloff, toma las fotos para este artículo en LISTÍN DIARIO).

Catedral

El templo, del siglo XVII, fue construido sobre los restos de la antigua Colegiata del siglo XIII, en cuyas capillas restauradas está el Museo Diocesano y Catedralicio.