FÁBULAS EN ALTA VOZ

Más que locura

Marta Quéliz

Marta Quéliz

“Todos debemos tener un poco de locura para vivir en este mundo tan dificultoso”. Eso me lo dijo una persona hace un par de semanas. En honor a la verdad, hacía mucho que no escuchaba a alguien hablar de esta manera tan ligera sobre este tema. Antes era algo normal que alguien dijera: “De músico, poeta y loco todos tenemos un poco”. Pero ahora no. No es gracioso relajar con este término que tiene que ver con una enfermedad que está arropando a la humanidad y, que quizás sea la causante de que en nuestro planeta cada vez hayan más personas haciendo cosas alarmantes.

Higiene mental

El pasado lunes se conmemoró el Día Mundo de la Salud Mental, y no quise dejar pasar esta semana sin tocar este tema, que más que preocuparnos debe llamarnos a ocuparnos. Tan serio es que, hasta estamos acostumbrándonos a hablar de él sin tapujo. Unos declaran abiertamente que sufren de ansiedad, otros revelan su diagnóstico de depresión, y no se excluyen quienes aceptan que deben estar medicados para poder llevar una vida funcional. Estas acciones tan válidas y oportunas deben crear consciencia entre los seres humanos para que dediquemos más tiempo a nuestra higiene mental, y con ello apostemos a nuestra salud emocional, más si vivimos en un país donde se le presta tan poca atención a los casos de esta índole.

Un rápido regreso

Para ver qué tal está la salud mental de los residentes de la ciudad fabulosa, quise dar una vueltita por el lugar. Eso sí, con rápido regreso para poder contar mi experiencia y que de algún modo sirva para copiar el modelo que allí impera, dado que en República Dominicana urge atender con dignidad a la población con problema de salud mental. Les cuento que allí, por cada cantidad equis de habitantes hay un centro de atención a la salud mental. En caso de que una comunidad no disponga de cupo para brindar servicios de excelencia, hace conexión con la que esté más próxima para hacer el referimiento. Esto no sucede con frecuencia, pues al darle atención continua a las personas, tanto para prevenir como para tratar cada caso, no hay cúmulo de pacientes.

El respeto prevalece

En aquel lugar fabuloso, los problemas de salud mental son más que locura. A quienes presentan algún tipo de trastorno se les trata con mucho respeto y afecto, y se les proporciona la atención adecuada con el especialista indicado. Nada de eso de que los psiquiatras y psicólogos son para “atender a los locos”. De ninguna manera. De hecho, desde pequeños, a los niños y a las niñas se les educa para que así como se les lleva al dentista periódicamente, se les lleve a un especialista de la salud mental para prevenir o tratar a tiempo cualquier situación porque allí saben que cualquier problema emocional es más que locura.

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