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PSICOLOGÍA

Ante la inseguridad: cómo lidiar con tragedias que secuestran la paz

Hay un sentido de pérdida y el duelo es nuestra respuesta de solidaridad. Istock

Hay un sentido de pérdida y el duelo es nuestra respuesta de solidaridad. Istock

¿Por qué retiras un vidrio en la calle para que “alguien” no se vaya a cortar?, ¿Por qué tomas la decisión de eliminar obstáculos del camino para que “alguien” no tropiece y caiga? Esto y mucho más lo hacemos porque somos uno. Una excelente forma de expresarlo se comparte en este fragmento escrito por John Donne en su ‘Duelo por la muerte’: «Ningún hombre es una isla, ni se basta de sí mismo. (…) La muerte de cualquier hombre me disminuye porque soy parte de la humanidad; así, nunca pidas a alguien que pregunte por quién doblan las campanas; están doblando por ti».

Si hoy nos causa desesperanza, tristeza, y mucho dolor la partida inesperada de una figura que solo conociéndola de lejos se volvió cercana de muchos es porque también nosotros hemos sido heridos. Hay un sentido de pérdida y el duelo es nuestra respuesta de solidaridad. La pérdida es un desencadenante de pensamientos confusos, de una mezcla de sentimientos dolorosos y de un comportamiento que puede provocar que las personas pierdan la confianza en todo.

Es difícil entender que la ceguera emocional lleve a una persona a interrumpir la vida de otro ser humano. Como sociedad estamos consternados, zarandeados por lo que a diario recibimos como noticia. “¿Cómo pasa eso?”, “me voy de este país”, “aquí nadie está seguro”, “no hay en quién confiar”..., son algunas de las expresiones del momento. Cuando sucede algo, nos sobresalta pensar que la próxima víctima puedo ser yo, un familiar o mi amigo(a). Los casos que con frecuencia se dan en nuestro país es un llamado de atención. Tenemos el compromiso de reencauzarnos como sociedad, es obligación de todos y todas.

Recorrido

Este tiempo exige más de nosotros como individuo, familia y sociedad. Estamos obligados a detenernos, reevaluar nuestras prioridades y atender a lo más importante que es la vida. Vivimos en un mundo que privilegia el tener y deja atrás aspectos tan valiosos como la amistad, solidaridad, el buen vivir y luego asistimos a tragedias tan lamentables que nos secuestran la paz, la esperanza.

Conversar con los amigos en un plano de apoyarse, de expresar sentimientos siempre es sano. Mas, si los últimos acontecimientos te han quitado el sueño, han alterado tu desenvolvimiento diario, te estresan... Si te sobrecoge el miedo es posible que necesites apoyo para ventilar la experiencia.

Por sobre todas las cosas, hay benevolencia en todo lo creado. Al deseo de querer lo mejor para todos es que debemos volver la mirada y debemos recordar que las heridas ajenas es porque tú, ellos y yo somos uno.

__________ La autora es psicóloga, especialista de Psicológicamente

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