Viernes Santo, el día en que la Iglesia Católica no celebra la eucaristía
El viernes santo es día de luto y penitencia para los creyentes católicos en el país, pues se conmemora la pasión de Cristo, así como su crucifixión y, finalmente, su muerte.
Durante todo el año, este es el único día que la iglesia católica no consagra la hostia, sino que la eucaristía que se comparte entre los católicos este viernes es consagrada el Jueves Santo (ayer).
Pese a que no se realiza su principal sacramento, las ceremonias siguen con mayor rigor. Inician con la meditación del Sermón de las Siete Palabras, contrastando las últimas palabras de Jesús en la cruz con realidades sociales.
Se continúa con la solemne acción litúrgica de la pasión y muerte del Señor, la cual inicia a las 3:00 de la tarde con un silencio sepulcral, contrario a lo acostumbrado en sus celebraciones. Esto se debe a que fue a la hora novena (3:00 de la tarde para los romanos), cuando Jesús expiró.
Vestidos rojos
La Agencia Católica de Informaciones (ACI Prensa) reseña que hoy, cuando los sacerdotes van vestidos de rojo (el color de los mártires), no se celebra la Eucaristía en todo el mundo.
“El altar luce sin mantel, sin cruz, sin velas ni adornos; recordamos la muerte de Jesús y los ministros se postran en el suelo ante el altar al comienzo de la ceremonia”, explica el artículo.
Después de hacer la reverencia al altar, se postra en el suelo o se arrodilla. Esto como una forma humillación del hombre terreno, la tristeza y el dolor de la Iglesia. Los demás se arrodillan a la postración del sacerdote y oran todos en silencio por unos instantes.
Paso por paso
En la ceremonia de este viernes, para la que se han preparado durante cuarenta días, se incluye el vía crucis, postración, liturgia de la palabra, oración universal, veneración de la Santa Cruz y la sagrada comunión.
Las lecturas inician con una profecía del Antiguo Testamento, tomada del libro de Isaías; mientras que la segunda, tomada de hebreos, se resalta el rol de los sacerdotes, ante la analogía de cómo Jesús une al hombre con su Padre.
“Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó, sobre todo, y le concedió el ‘Nombre-sobre-todo-nombre’", es un versículo de Filipenses, el cual se recita antes de la lectura del evangelio, este último recuerda (como el Domingo de Ramos) toda la pasión del Señor Jesús.
Pasada la homilía, se concluye la liturgia de la palabra con una oración universal.
Adoración de la Cruz
El siguiente momento es la Adoración de la Cruz. Consiste en la presentación de Jesús en la cruz ante la comunidad, quien en procesión se acerca a tocarla o besarla. La costumbre incluye además hacer una genuflexión o inclinación profunda, mientras se alaba a ese Cristo de la Cruz.
La catequesis cristiana llama a vivir ese momento pensando y viviendo que el que se besa o se adora es el propio cristo crucificado sin importar el tamaño que se haya usado en la cruz. Es por esto que la iglesia no la llama veneración como otros ritos, esto es adoración al propio cristo crucificado.
En esta fecha en la que se recuerda además el dolor de María a los pies de la cruz, la Catedral Primada de América tendrá un concierto de música sacra a las 7:30 de la noche.