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Religiosos que dejan huellas: Luis Rosario y Núñez Collado

Carmenchu Brusíloff

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Carmenchu BrusíloffSanto Domingo

Con una diferencia de pocas semanas dejaron este mundo terrenal dos religiosos que de distintas maneras incidieron durante décadas en la sociedad dominicana: el padre Luis Rosario y monseñor Agripino Núñez Collado. Les conocí en mi época de diarismo. Al padre, cuando le entrevisté para el Listín en 1986, mientras sin recursos se afanaba en ayudar a los jóvenes en la recién abierta Casa de la Juventud, como coordinador de la Pastoral Juvenil. A Monseñor, cuando siendo rector de la Universidad Católica Madre y Maestra, en 1976, pasé un par de días en Santiago para escribir en El Caribe un reportaje de la UCMM. Todavía no era Pontificia.

Un padre para la juventud

Ayer, 31 de enero, la Familia Salesiana celebró la fiesta de Don Bosco, “padre y maestro de la juventud”. Siguiendo los pasos de Don Bosco, así fue el Padre Luis Rosario: un ‘padre orientador de la juventud’, como le definió el presidente Luis Abinader. Se dedicó de lleno al trabajo preferencial de los salesianos: ‘la niñez, la adolescencia y la juventud más perdida, abandonada y pobre’. En la década del 80 se refería a “la juventud que tiene dificultad y tanto necesita de apoyo para poder saltar los diferentes obstáculos (droga, prostitución, integración, identidad, etc., que se le presentan hoy en día”. Luchó por la juventud, adaptándose a los tiempos. En enero de 2021, en su columna del Listín Diario, decía: ‘Es la juventud que pertenece a este mundo digital y que se debate entre conflictivas contradicciones. Para Don Bosco y los salesianos ni uno solo se debe perder y hay que trabajar para ofrecerles una oportunidad para vivir con dignidad”. Hasta su fallecimiento ese fue su leitmotiv.

Mediador en asuntos laborales, políticos…

La imagen de Monseñor Agripino Núñez Collado generalmente está asociada a sus dotes como mediador entre grupos políticos durante las elecciones. Y, sin embargo, su proyección abarca muchos otros sectores. Desde sus actividades como rector en la PUCMM, influyendo en el estudiantado, hasta su rol como mediador entre autoridades laborales, empresarios y trabajadores. “El misionero de la concertación” le llamó Milton Ray Guevara. “Fabricante de soluciones” le calificó Ángel Lockward. En ese empeño se mantuvo sin desmayo mientras energías tuvo.

Homenaje a María Ugarte y Danilo de los Santos

Hace poco nació la Asociación Dominicana de Historiadores de Arte, y prepara lo que podría ser su primera actividad pública: un reconocimiento a María Ugarte y Danilo de los Santos. La fecha, me dice Paula Gómez Jorge, está pendiente para la primera quincena de marzo en el Archivo General de la Nación.

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