Navidad a pesar de la pandemia

La nueva variante del Covid, llamada pomposamente Omicron, no pudo aguar la Nochebuena, tampoco pudo el clima, aunque en la nochecita se desgranaron unas cuantas gotas, pronto tomo las de Villadiego y se pudo arreglar la mesa en el patio, Todos nos emperifollamos con nuestras mejores galas, aunque se trata de la segunda Navidad con la plaga, no por eso dejamos de celebrarla en forma. Así que brindamos con champaña por los que se han ido, por los ausentes y por los presentes, deseando que todo mejore y nos veamos libres al fin de la pandemia.

Emma afano como de costumbre, aunque se vio auxiliada por varias colaboradoras, aportadas por mis hijas. No falto la música, imprescindible en esta fecha, En casa no concebimos la navidad sin ¡el burrito sabanero!

La cena fue opípara, no falto nada, comimos a conciencia para luego repartir el tradicional angelito, acompañado de discursos, tomaduras de pelo y aplausos. Después repartimos los regalitos que acostumbramos a hacernos unos a otros. Todos obsequiaron a la querida Emma, a quien consideran una abuela postiza.

La noche trascurrió rauda, entretenida y colmada de ocurrencias y risas. Ya no se puede hacer uso de la pólvora, sin embargo, se oyeron unos cuantos cohetes, lanzados por los que hacen caso omiso de los reglamentos. Después de medianoche, todos se retiraron a descansar, lo que hicimos Emma y yo, después de recoger lo imprescindible, el orden general se delegó para el día siguiente.