¿Menos es más?

La recta final del año, que nos invita a mirar la memoria de lo que hemos vivido, muchos llegan a soltar maletas emocionales que no sólo cargan recuerdos espléndidos celosamente atesorados.

También yacen ahí rencores y pensamientos perniciosos que nos roban la paz si los sustentas. La zona de confort alterada nos compele a ir a los cimientos de nuestro pensar.

Revisa tus patrones y hábitos adquiridos o heredados. Observa que muchos paralizan, obstaculizan, mientras otros facilitan nuestro quehacer.

Quizás parafrasees a Ad Reinhardt: “Menos es más”, considerando el minimalismo como una forma de vida más práctica reduciendo los teneres a lo esencial, o bien insistes en conectar con el maximalismo comulgando como al arquitecto Robert Venturi: “Less is a bore” (“menos es un aburrimiento”) y prefieres recrearte acumulando cosas.

Cualquiera que sea tu parecer, es que lo ejerzas con integridad y honestidad. Si no dañas a otros, atrévete a ser auténticamente tú aunque signifique ponerte límites y nuevos hábitos.

Anímate a revisar con ojos objetivos y oídos entrenados para escudriñar, limpiar y sacar de las profundidades de tu ser la fuerza que necesitas y nuevas elecciones. Siempre se puede volver a comenzar, inclusive cambiar de punto de vista.