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REALIDAD Y FANTASÍA

En Santo Domingo, el verano es eterna primavera

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María Cristina de CaríasSanto Domingo, RD

Resulta una interesante circunstancia que en medio de nuestro ambiente se produzcan condiciones de unidad, sombra y frescor tropical que beneficien la producción botánica, tanto en jardines a ras de tierra como en maceteros para el exterior e interior de casas, galerías y gazebos en viviendas y apartamentos.

Hay que tener en cuenta que en cada caso, se debe proveer la alimentación adecuada así como conservar la humedad requerida por las diversas especies. También hay que sumar las podas que deben hacerse en periodos posteriores a la floración.

Nuestro país, después de la creación del Jardín Botánico Nacional, ha recibido un gran número de plantas provenientes del extranjero, que se han aclimatado a la perfección. Se puede afirmar que en los últimos en los últimos años, se exporta grandes cantidades de plantas ornamentales que se producen en nuestro territorio.

Por este motivo las universidades locales han debido instituir cátedras sobre el tema de paisajismo, para formar profesionales que puedan responder a la demanda que cada día crece más en nuestro país.

A la entrada del antejardín de una vivienda, se encuentra una trepadora espectacular llamada popularmente pétrea, que esta se caracteriza por la abundancia de follaje y floración en dos colores, el azul malva y el blanco gris, menos común que el primero. Una característica de esta enredadera es su rápido crecimiento y la facilidad de su mantenimiento, ya que con poca humedad, florece abundantemente. La pétrea, cubre fundamentalmente los elementos arquitectónicos, produciendo la sensación de que cobija a las personas que se acercan a la vivienda.

Inmediatamente se penetra al espacio privado de esa residencia, la pared norte desaparece como consecuencia de una impresionante agrupación de Planticerium que, colocados sobre soportes de troncos de helechos arbóreos, se reproducen con firmeza y seguridad y aportan la más fresca sensación de trópico antillano. Esta planta parásita es elegida no solo por su belleza, sino también por la facilidad de mantenimiento, ya que basta con humedecerla frecuentemente.

Hacia el sur del antejardín, contemplamos una artística combinación de topiarios de siemprevivas, realizado en armonía con el espacio circundante especialmente con el muro de Planticerium y una palma vertical que le aporta escala al conjunto. La siempreviva es una planta fuerte y de fácil mantenimiento pero al ser utilizada como topiario, requiere de una permanente poda para conservar impecables las formas geométricas. Debemos destacar que dentro de las áreas paisajísticas se pueden incluir elementos arquitectónicos y objetos, como una campana metálica, cerca de la puerta principal.

Uno de los detalles más importantes en esa casa, es un jardín interior a lo largo del estar principal. Una serie de pérgolas paralelas sostienen una media cubierta en hormigón, dejando totalmente abierto al sol y al aire, la mitad restante del espacio que queda protegido del exterior mediante rejas metálicas. Un grupo mixto de plantas ornamentales tales como gracaenas, rafias excelsas, arecas y oreganillos, aportan naturaleza al ambiente. Al fondo una pared revestida de ladrillo sostiene farolas para la iluminación, en armonía con otras que cuelgan de las pérgolas. Este jardín cuenta con una serie columnas de piedra que sostienen un tope de laja natural en el que apoyan boyas marinas de globos de cristal azul mar, integradas a agrupaciones de elementos líticos de diferentes formas y tamaños, entre los que se entremezclan helechos en maceteros disimulados dentro de estos.

El jardín posterior cuenta con dos espacios, en donde los muros están trabajados con ladrillos artesanales que forman arquerías ciegas combinadas con otras dos proyectadas con cubiertas de tejas, en donde en la primera funciona una fuente y en la segunda al fondo, una barbacoa. Se encuentra pavimentado con losas de piedra. La vegetación sembrada en maceteros de diversos tamaños que combinan plantas decorativas con platiceriums adosados a los muros. Sobre el mobiliario de sillas y mesas en metal, existe una impresionante variedad de bonsáis de plantas diversas tales como trinitarias, rosales y otros de floración, que aportan la nota de color, agradable al ambiente general.

Como esta residencia, hay muchas en nuestro país, el dominicano es aficionado a las plantas y uno de sus mayores placeres es cultivar un jardín, sin tener en cuenta ni el estatus social ni la posición económica. Los que viven en apartamentos encuentran un lugar para cultivar sus matitas preferidas, los balcones lucen hermosos con el colorido de las flores y el verde de las plantas.

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