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TRAS LAS CORTINAS

Saludamos esfuerzo de Cervecería y Acroarte

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Cándida OrtegaSanto Domingo, RD

Buenos días. Iniciamos esta hermosa mañana recordándoles esta hermosa y verídica frase del investigador francés Alexandre Robicquet que dice: “Lo fundamental en el ser humano es dejar una huella de sabiduría, amabilidad e inspiración en cada paso que das”.

De entrada quiero destacar el esfuerzo que, aún en medio de esta terrible pandemia, hicieron los ejecutivos de Cervecería Nacional Dominicana y los directivos de la Asociación de Cronistas de Arte -Acroarte- para que la realización este año de Premios Soberano, que, con sus aciertos y desaciertos, llena de esplendor y glamur el escenario y la alfombra roja de la máxima premiación del arte dominicano.

El mayor desacierto estuvo en no otorgarle el Gran Soberano a doña María Cristina Camilo, un referente del arte dominicano, que con amor, entusiasmo, respeto y dignidad ha entregado más de 70 años al arte y la cultura de nuestro país, y que hoy, con 102 a cuestas, continúa paseándose por la vida predicando el arte de la comunicación a través del programa “Abuelos 911”, que se transmite por CERTV, canal 4. Hoy reverenciamos a esa gran maestra de generaciones, a esa mujer talentosa que ha sabido combinar el arte del buen hablar con las más elevadas expresiones de nuestras raíces artísticas y culturales. El pueblo dominicano que admira y respeta con devoción a esta magnífica actriz esperaba con ansias que el máximo galardón recayera sobre doña María Cristina. Un silencio sepulcral se hizo en muchos hogares dominicanos, incluyendo el mío, cuando se anunció la entrega del Gran Soberano. Todos esperábamos el estruendo del nombre de María Cristina Camilo. Lamentablemente, no fue así, y de ahí que los ánimos se fueron abajo. El Gran Soberano 2020 fue otorgado merecidamente a nuestro Niní Cáffaro y el 2021, a Romeo Santos, ambos artistas con suficientes méritos para merecerlo. En el caso de Niní, lleva más de 60 años de vida artística ejemplar, y Romeo, aunque de la nueva generación, con su música ha logrado impactar gran parte del mundo. A Romeo le pudieron entregar el Soberano 2022, él podía esperar, pero doña María Cristina, aunque estoy segura de que papá Dios nos permitirá continuar disfrutando de su talento, sabiduría y exquisita sonrisa , ya tiene 102 años y su camino recorrido en el arte es mucho más largo que el de Romeo.

Derroche de honestidad

La verdad que al dominicano no hay quien lo entienda; si eres sincero te critican y si no lo eres también. Ahora quieren crucificar a Romeo por su exceso de honestidad con el tema de su identidad. Yo, particularmente, admiro a las personas sinceras. De ahí que aplaudo lo que dijo en premios Soberano, de que es hijo de padre dominicano y madre boricua, que nació en Nueva York, y que se siente dominicano. Romeo simplemente fue honesto. Yo me pregunto ¿quién entiende al dominicano? Esto es palo si boga, palo sino boga.

Premiaciones sorprendieron

Continuando con las premiaciones, realmente hubo muchos desaciertos, pero bueno, eso es parte del espectáculo todos los años. Celebré en grande las premiaciones a Manny Cruz, como solista y merengue del año 2020, mi querido Héctor Acosta “El Torito”, quien se alzó con dos estatuillas, una con el concierto “El Torito Mundial” y orquesta merenguera del año, Elvis Martínez, Yiyo Sarante como salsero del año, Jochy Santos, Nahiony Reyes, como presentador de televisión, el Alfa, quien se alzó con la estatuilla del 2020 y 2021. En el mundo del cine me encantaron la premiación a la producción cinematográfica “Malpaso”, de Héctor Manuel Valdez, “La Barbería”, de Waddys Jácquez. En el renglón teatro saludamos la premiación a nuestro querido Amaury Sánchez, la “Magdalena” de ese gran productor Guillermo Cordero, y “Cambumbo”, que narra la vida de ese gran personaje de Tony Echavarría, que por décadas mantuvo en el sector de Villa Juana en la capital uno de los bares más famosos, frecuentado por los más connotados políticos y artistas nacionales e internacionales de la década de los 60 y 70. Sin lugar a dudas este año hubo una mejor escogencia en cuanto a las premiaciones, aunque como es de esperarse, algunas me sorprendieron.

Lo importante es que se hable, para bien o para mal

El blanco y el rojo son tonalidades contrastantes, de ahí que el desfile de trajes blanco que predominó en la entrega de Premios Soberano contrastara en la tonalidad de la alfombra roja, en la que este año no hubo ese gran derroche de finas texturas y exquisitos diseños. Supongo que habrá influido bastante la crisis económica producto de la pandemia de Covid-19. Entre las figuras mejor vestidas estaba la presentadora Clarissa Molina, Nashla Bogaert, la Insuperable, aunque el detalle que llevó en la cabeza rompió todos los esquemas, bueno, pero esa es la moda, y en la alfombra roja todo se vale. Hoy no criticaré a los mejor y peor vestidos, porque precisamente de eso se trata, de llamar la atención, ya sea con sofisticados y bien elaborados diseños o con diseños estrambóticos. El asunto es llamar la atención y que se hable para bien o para mal, pero que se que hable. Y de no ser así, se pasa inadvertido.

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