Piezas artesanales con estilo

La madera de guayacán, el cuerno de vaca, la jícara de coco… son varios de los elementos criollos que se han convertido en la materia prima de refinados utensilios destinados, entre otros, para servir bocadillos a la mesa. La creatividad de sus diseñadores, como Cristina Núñez, los alejan de los clásicos souvenirs destinados a turistas para darles presencia en espacios con estilo. ‘Son piezas que redefinen el arte de servir’. Puedes comprobarlo en las páginas de la revista de diseño interior y decoración Aldaba, del Grupo Listín.

Regalos distintos para mamá

Y si a regalo diferente para las madres he de hacer referencia, ¿qué te parece un secador manual de cerámica para el pelo? O quizás algo más original: un masajeador para la cabeza, con el cual darle un poquito de relax en estos tiempos de tanto estrés.

Un libro de la ‘reina de la novela histórica’

Si te gusta la novela histórica, tomando en cuenta eso sí los señalamientos que su autora hace sobre cuáles personajes son reales, pues al fin y al cabo es novela, no libro de historia, toma en cuenta el recién llegado ‘La Ciudad de las Lágrimas’. Su autora es Kate Mosse, a quien califican de la ‘reina de la novela histórica’. El argumento se desarrolla en el siglo XVI, cuando la guerra de las religiones entre católicos y hugonotes estaba en su apogeo. Te confieso que pese a conocer su existencia, nunca imaginé que el odio entre creyentes cristianos lléguese a tantos crímenes unos contra otros y durante tantos años.

Cubiertos desechables de semilla de aguacate

Poco a poco, las empresas van inventando sustitutos para sus artículos hechos de plástico. En este caso hablo de unos cubiertos biodegradables hechos en México que compré en el Supermercado. Su fabricante, Biofase, los califica de bioplásticos, pues están hechos de semilla de aguacate y, según informan, se biodegradan de forma natural en el basurero. ‘Al desecharse se reintegran al medio ambiente, generando vida nueva. El aguacate al crecer remueve el CO2 de la atmósfera’. Una ayuda para el hábitat de las futuras generaciones. Tal vez debemos empezar a apartar este tipo de basura del resto, para que sea más efectiva.

Dulce de naranja en pasta

A la búsqueda de un buen dulce de naranja, como el de Nagua que venden en Antojao, en la Ciudad Colonial, me recomendaron el de Dulcería Doña Tula, de El Seibo. Lo encontré en Cosas del País, en el CCN. ¡Sabroso!