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FÁBULAS EN ALTA VOZ

Los pajaritos ya no dicen nada

No sé si ustedes recuerdan cuando nos decían o decíamos: “Me lo dijo un pajarito”. En estos días he pensado mucho en eso, y lo he hecho con tristeza. ¿La razón? Es obvia: hasta estos inocentes recursos de la crianza han borrado del mapa las redes sociales. Hoy día son ellas las que dicen, ven, escuchan y comunican. Un motivo más para que nuestras tradiciones y remembranzas de la infancia se diluyan.

Las vecinas no tienen trabajo Esta modalidad les ha quitado el “empleo” a algunas vecinas de las llamadas “lleva vida” porque siempre estaban pendiente de lo que hacían los hijos de los demás, sin notar que otros estaban atentos de los que hacían los suyos. Ahora no tienen que mirar por la rendija ni seguir los pasos a “muchachos ajenos”. Con conectarse a Facebook, a Instagram o a cualquier otra red social tienen una idea de lo que hacen, no sólo sus vecinos, sino hasta los hijos de sus conocidos que viven en cualquier parte del mundo. Llevan vida a distancia, y de verdad; no hay pajarito que aguante esto.

¡A escucharlos en una ciudad fabulosa! Me da tanta pena que estén “callados” los pajaritos que, para escucharlos me trasladé a una ciudad fabulosa donde todavía se les presta atención a este mito que sobre todo papá y mamá usaban para hacerles saber a sus hijos que estaban enterados de alguna travesura o de algún gesto noble que hayan realizado y lo mantenían en silencio. De esta forma, no solo los dejaban al descubierto, sino que protegían a ese “pajarito” que los había delatado. Aunque en este lugar fabuloso también existen las redes sociales, su uso está reservado a las cosas positivas que pueden realizarse a través de ellas.

Susurro de añoranzas La visita realizada a este paraíso maravilloso me hizo remontar a esos años en los que esos pajaritos eran responsables de tantas pelas, halones de oreja y castigos cuando se ponían de “chismosos” a contarlo todo. Pero también recuerdo con nostalgia cuando el mensaje que llevaban a los padres eran motivo de elogios y orgullo para éstos porque: “me dijo un pajarito, que hay alguien por aquí que sacó muy buena nota”… Sin embargo, ya esos mensajes han quedado bajo la responsabilidad de la Internet que ha puesto en ‘mute’ a esos adorables mensajeros.

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