La depresión es enemiga del movimiento
Cuando sucede algo malo te sientes mal y dejas de hacer cosas que podrían ser placenteras.
La depresión va más allá de sentirse triste. Es como si cargaras una mochila, montaña arriba. Sin deseo, con una percepción negativa de la realidad, aumento o disminución drástica del apetito, insomnio, sensación de minusvalía, pensamientos recurrentes de muerte y falta de concentración.
¿Tuviste que hacer una pausa porque era mucho? Pues, todavía falta…También empiezas a notar cambios. Tu memoria y concentración, fallan. Y tus movimientos… Se vuelven… Cada vez… Más… Lentos.
En consecuencia, empiezas a evitar ciertas situaciones debido a que “no tienes ánimo” para ello. Esto hace que dejes de disfrutar de lo que antes te daba felicidad, cayendo en una especie de circulo que mantiene la tristeza.
Dicho de otra forma, cuando sucede algo malo te sientes mal y dejas de hacer cosas que podrían ser placenteras, lo cual mantiene tu malestar.
Por eso, desde la terapia de Activación Conductual se propone que la depresión va disminuyendo mientras mayor sea el número de actividades agradables que realices.
Así, pues, además de establecer una rutina de actividades también es preciso llevar un autoregistro de las emociones luego de realizarlas. Esto ayudará a tener más consciencia de cómo las distintas actividades tienen un impacto en el estado emocional de la persona, y seguirá reforzando tu conducta, consiguiendo mejorar su situación emocional.
Buscar ayuda En pocas palabras, la depresión es amiga de la inactividad y enemiga del movimiento. Aun así, si sientes que tu estado anímico te impide disfrutar y hacer las cosas que antes te agradaban, es importante que consultes con un especialista de la salud mental. Esta decisión puede marcar el antes y el después, pues a veces solo no podemos contra esta situación, sobre todo, en estos momentos de crisis que vive el mundo por la presencia del Covid-19.