REALIDAD Y FANTASÍA
El regreso de las tormentas
El interés por los nombramientos fue reemplazado por el anuncio de una tormenta tropical con un nombre muy sonado durante la campaña.
La verdad es que con la pandemia amenazando, el afán de las elecciones y luego el interés por los personajes que conformarán el nuevo Gobierno, nos habíamos olvidado de que vivimos en el epicentro de las tormentas y huracanes que año tras año azotan la región del Caribe y sus alrededores.
Emma anda de muy mal humor, detesta los huracanes y todo lo que huela a estos. Quería recoger todo el patio, incluyendo los mueblecitos; yo le dije que mejor esperar porque la tormenta podía desviarse y no tocar el territorio; mi factótum se conformó aliviada y se dedicó a otros quehaceres menos pesados.
La amenaza de un fenómeno meteorológico, en estos días, realmente se convierte en una carga demasiado pesada para un país agotado por la pandemia y las necesidades que conlleva el forzoso paro laboral.
La gente está animada a pesar del nuevo confinamiento, ve el futuro con esperanza, ante el advenimiento de un Gobierno que luce capaz, eficiente y sobre todo pundonoroso con los bienes del Estado. La perspectiva de una vacuna, anunciada por varios países para el futuro próximo, también contribuye a esos aires de esperanza. No queremos por nada del mundo que un malhadado ciclón ¡nos agüe la fiesta!