TRAS LAS CORTINAS
Amor y conciencia ante Covid 19
Buenos días mi gente. ¡Vamos, ánimo¡ jamás permitas que ese enemigo silente que llega como ladrón a media noche, llamado Covid 19, sembrando incertidumbre y desolación entre nosotros nos robe el deseo de amar, vivir y soñar. Pero para continuar amándonos, viviendo y sonando se hace obligatorio adaptarnos a la triste realidad en la que, la mascarilla, el lavado de manos, el distanciamiento físico, el aislamiento social y la conciencia ciudadana son los elementos claves para detener esta temible y abrazadora pandemia, que nos obliga a adaptarnos a un nuevo mundo.
Sentimiento que sana
El amor es uno de los más puros y nobles sentimientos que ha tenido que adaptarse rápidamente a esta nueva modalidad, pues el distanciamiento físico ha traído con consigo una mayor intensidad emocional, haciéndolo más poderoso, compasivo y bondadoso. El recrudecimiento de la temible pandemia nos obliga a ser más responsables frente a nosotros, nuestras familias y nuestra sociedad, manteniendo los protocolos establecidos por las autoridades de salud para frenarla.
Falta de amor por la vida
Ciertamente que el gobierno es el responsable de trazar las políticas públicas para frenar el covid 19, pero cada uno de nosotros somos los responsables de mantenerlo a raya, acogiéndonos a las directrices pautadas por las autoridades. Es penosa la falta de amor por la vida, conciencia e irresponsabilidad ciudadana, el irrespeto y violación a las medidas establecidas por el gobierno para e vitar la propagación de la pandemia. Diariamente vemos en las redes sociales y demás medios de comunicación como personas inconsciente e irresponsable se han entregado a la juerga y la francachela en los diferentes puntos del país, sin observar el protocolo de rigor.
Por ti y por los demás
La conciencia ciudadana es la que nos debe hablar a la hora de cometer una impudencia que nos pueda poner en riesgo de contraer el virus, y por ende continuar contagiando a nuestros familiares, especialmente nuestros adultos que decidieron quedarse en casa por temor al contagio y respeto al protocolo de rigor. Soy partidaria de que, si hay que cerrar el país por el tiempo que sea, lo cierren, sin importar los riesgos económicos que esto pudiera conllevar, ya que la vida es un derecho sagrado que está por encima de todo, y por ende, es lo más valioso y lo único que no se recupera. Lo demás aunque con mucho sacrificio, es recuperable.
Solidaridad a borbotones
El amor que estamos viviendo hoy día es muy parecido ‘Al Amor en los tiempos del Cólera’ del afamado escritor colombiano Gabriel García Márquez, en que este pulcro sentimiento se impuso a la adversidad de los tiempos. Recuerdo que corría los finales de la década de los 80 cuando trabajando en el periódico el Nacional, junto a mi hermano-amigo, el destacado periodista Fernando Rodríguez, este me dijo me dijo una tarde, ‘te traje una joya de libro que sé te va a encantar’. Y ciertamente tenía razón, esta magistral obra la conservo como de los tesoreros más preciados junto al libro ‘Entrevistas con la historia’. de la destacada periodista italiana Oriana fallaci, que también me obsequió, la he vuelto a leer en estos tiempos de coronavirus, y realmente hay una gran similitud en el amor de aquellos tiempos y hoy. El amor se ha vuelto hoy más significativo, profundo y subliminal, como en aquellos tiempos, logrando una profunda transformación de humanización de la gente, que sin importar quien esté pasando por la triste experiencia de padecer la pandemia o el dolor de perder a un ser querido se solidarizan masivamente a través de las redes sociales o cualquier otro medio de difusión.