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PRIMERA INFANCIA

Niños en el confinamiento: jugar nunca ha sido más importante

Jugar ayuda a niños y adultos a mantenerse positivos, y brinda muchas oportunidades de aprendizaje. ISTOCK

Jugar ayuda a niños y adultos a mantenerse positivos, y brinda muchas oportunidades de aprendizaje. ISTOCK

El juego es un una actividad fundamental para la primera infancia y, debido a su importancia, debe ser protegido y estimulado en el contexto del aislamiento al que han sido sometidos los niños a causa de la pandemia de la COVID-19.

Sobre la necesidad del juego en la infancia y el rol de padres y educadores para promoverlo en la presente situación conversaron expertas de República Dominicana, España, Chile y Argentina durante un seminario web organizado por la oficina de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en República Dominicana.

Los niños: víctimas invisibles de la crisis

Los niños son un colectivo “muy vulnerable” y, de no tomarse medidas concretas que aseguren su protección, tienen un riesgo “muy elevado” de convertirse en las “víctimas invisibles” de la crisis provocada por la propagación del coronavirus, advirtió Tamara Díaz, coordinadora de Educación de la OEI en España.

El cierre de las escuelas y otros espacios para niños, dijo, podría tener consecuencias negativas para el bienestar y el aprendizaje de los menores, especialmente aquellos que provienen de contextos más desfavorecidos. Muchas familias cuentan con los alimentos que proporcionan las escuelas para tener una dieta sana.

Pero también hay consecuencias a nivel emocional, pues los chiquillos necesitan rutinas y hábitos para regular su conducta y sus emociones. “Les da seguridad”, argumentó Díaz, quien es doctora en educación.

Por otro lado, explicó que el cierre de centros educativos, parques y otros espacios de recreación para los más pequeños, además de la imposibilidad de salir a la calle, impide que estos puedan jugar libremente.

Destacar el valor de las artes y el juego es una de varias estrategias que Díaz propuso para ayudar a proteger a la primera infancia no solo en el momento presente, sino a mediano y largo plazo.

“El juego no solo es una diversión y un entretenimiento; es un derecho y es una actividad fundamental para el desarrollo y para el aprendizaje de los niños”, sentenció Díaz.

Jugar es un derecho y una necesidad vital

La importancia del juego para la vida de los niños en la primera infancia, que se define como la etapa que va desde el nacimiento hasta los ocho años, también fue abordada por Patricia Sarlé. Desde Argentina, la docente e investigadora del Instituto de Ciencias de la Educación y la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires definió el juego como una actividad “esencial” y “vital” para la vida del niño.

El juego “tiene que ver con los modos en que el desarrollo cognitivo, social, emocional, corporal, van desplegándose a lo largo de esta etapa”, recalcó Sarlé.

Por tanto, indicó, los adultos tienen la responsabilidad de sostener ese derecho y facilitar espacios para que el niño juegue.

Antes de las medidas de distanciamiento, los infantes tenían jardines, parques y los patios de recreo de las escuelas para construir una diversidad de experiencias distintas a las que las familias les podían ofrecer en su cotidianidad.

Desprovistos de esos espacios y limitados ahora al ámbito hogareño, existe preocupación sobre cómo ampliar la experiencia del niño y dotarle de elementos que potencien su imaginación y estimulen su desarrollo (y que los ayuden, de paso, a tolerar el encierro).

¿Qué pueden hacer los padres en este momento? En su ponencia, titulada “Tiempo para jugar que es el mejor”, Sarlé recomendó:

- Generar condiciones para que los niños tengan ganas de jugar.

- Proporcionar seguridad física y afectiva, generando sensación de bienestar.

- Ofrecer espacios y tiempos para jugar construidos y gestionados con la participación de los niños.

- Brindar apoyo para organizar la estructura del juego: ambiente, materiales, tiempo, etcétera.

- Conocer el formato del juego y respetar el modo de jugar.

- Estar atentos al proceso, observando lo que sucede, con respeto, comprensión y escucha… jugar con ellos.

Las tareas deben tener un carácter lúdico

Las tareas y recomendaciones enviadas por los educadores durante la cuarentena, que en muchos países ya se está levantando, debían tener un carácter eminentemente lúdico, afirmó desde Chile Mónica Manhey, quien habló sobre el rol del juego en el aprendizaje.

Manhey sostuvo que el aprendizaje de los más pequeños no debía enfocarse en la realización de tareas tradicionales con papel y lápiz o libros para colorear, sino en la ejecución de actividades cotidianas a través de las cuales los adultos pueden guiarlos y enseñarlos conscientemente.

“El juego siempre ha sido y debe seguir siendo una estrategia metodológica que ayude a los niños y las niñas (a que) aprendan de una forma significativa y para (que) las familias en esta instancia aprendan que a través del juego y de la cotidianidad los niños pueden aprender mucho más”, expreso Manhey, académica del Departamento de Educación de la Universidad de Chile.

Desafíos de cara a la reapertura

Para Wara González, en un momento de crisis como la que atraviesa el mundo, el juego ayuda tanto a los niños como a los adultos a mantenerse positivos. Además, brinda “innumerables oportunidades de aprendizaje”.

“Jugar no solo genera alegría, sino que también tiene numerosos beneficios para niños y padres”, manifestó la educadora dominicana, que dirige Kids Create School y The American School of Santo Domingo.

Los educadores, dijo González, tienen la misión de apoyar a las familias y recordarles la importancia del juego: “Muchas familias saben que los niños deben jugar, pero no tienen esa conciencia de los beneficios del juego para el niño”.

El control excesivo sobre la vida de los chiquillos y la presión para que no se queden atrás en la consecución de los objetivos académicos obstaculiza en ocasiones el juego y causa estrés y ansiedad en los niños, adujo.

González reflexionó acerca de los retos y desafíos del juego ante la reapertura de los espacios infantiles. ¿Cómo se verá el juego al volver a las escuelas? ¿Podrán los niños asistir a clases y jugar manteniendo el distanciamiento? ¿Qué implicaciones emocionales tendrán estas medidas? ¿Conviene volver a clases así o es mejor esperar? ¿Qué soluciones o alternativas podemos encontrar?

“En este momento tengo más preguntas que respuestas”, reconoció González casi al cierre de su participación.

El seminario web “Primera infancia en tiempos de COVID-19: jugar nunca ha sido más importante” tuvo lugar a finales de mayo.

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