Hacia Girona: Una ciudad singular

Levantada en el valle del Ter, la ciudad de Girona es mi próximo destino. Es que quiero conocer su barrio antiguo, uno de los mejores conjuntos históricos de España. Desde Madrid, mi hijo Alexis y yo viajamos en un vuelo de Iberia hasta Barcelona, para luego ir a Girona en un bus de la empresa Sagalés.

En Girona, en la explanada de la terminal de autobuses no hay taxi a la vista. En lo que decidimos qué hacer aparece el primero. Enseguida lo ocupa un viajero que nos precede. Otros, como a cuentagotas, van llegando. De aquí al hotel Peninsular, donde nos alojamos, hay muy corta distancia. El establecimiento es tres estrellas, pero con una ubicación excelente para deambular por el casco histórico.

Al entrar a la habitación descubrimos que son dos. Había solicitado habitación con dos camas, mas parece que no había disponibilidad. Nos asignaron una para tres personas: una habitación con cama King y otra con cama individual.

Sin siquiera cambiarnos de ropa, Alexis y yo salimos a conocer el entorno. Atravesamos el Puente de Piedra sobre el río Onyar y en la Rambla de la Llibertat, en vez de desviarnos por ésta seguimos hacia un punto donde suena una bulla especial: la Plaza del Vi. El ruido lo provocan decenas de jóvenes que marchan proclamando consignas ¡a las 9:00 de la noche! Una chica me explica que proclaman la inocencia de unos jóvenes apresados como terroristas por preparar bombas. (Casi la mitad de la población catalana está a favor de independizarse de España. Y ésta es parte de su lucha). Miramos curiosos, como el resto de viandantes, para después caminar por la plaza de soportales, donde las mesas de restaurantes están casi todas ocupadas. Entramos en el llamado Plaza del Vi 7. Pido Menestra de verduras empordaneses y un Coll de Dama (delicioso postre de higos con yogurt, miel y piñones). Alexis se limita a Patatas bravas Casolanes. Por mi parte, ya puedo seguir andando.

CLAVE

Algo más.

La guía Michelin dice que el restaurante Plaza del Vi 17 es ‘singular, pues combina detalles clásicos, rústicos y de aire retro’. Hay quien lo señala como la mejor terraza de Girona.