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AUTOFICCION

Monólogos teatrales: “Realidad y ficción sobre el escenario”

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Clidia Díaz / Gabriela LlanosSanto Domingo

¿Esta noche moriremos? Con esta inquietud flotando en el aire se fueron llenando de público los dos salones del Centro Cultural Banreservas, espectadores deseosos de conocer esa respuesta en lo que resultó una noche intensa, por momentos divertida, por momentos dramática, pero, en ambos casos, cumpliendo la finalidad con la que los monólogos fueron concebidos: poner a pensar al espectador.

Encontrarse sobre el escenario a los reconocidos y laureados escritores españoles Fernando Marías y Espido Freire interpretándose a sí mismos resulta una experiencia teatral novedosa y excitante, pues lo que cuentan no sería verosímil en otras voces que no fueran las suyas.

Esta noche moriré

Fernando Marías subió al escenario en medio de la expectativa de sus lectores a interpretar “Esta noche moriré” el peculiar monólogo en el que el autor de la novela en que se basa el texto narra al público la peripecia, aparentemente real, de la novela aludida. A partir de la novedosa idea de La Corporación se genera una fusión entre realidad y ficción que revisa la Historia del Arte desde la mirada de una organización criminal, y acaba por generar la idea de que el público se halla bajo la vigilancia de un ente abstracto, acaso real y, por supuesto, peligroso.

Una simple butaca, un libro y una voz se convirtieron en un universo repleto de enigmas. La trama va sembrando poco a poco la duda, la desconfianza y el miedo. El salón se transformó en un único escenario donde todo fue posible. El ente abstracto se convirtió en realidad. Un sobre con una caligrafía meticulosa dirigida por la “Compañía” a la calle Isabel La católica N 202, sede del Centro Cultural Banreservas, apareció en escena en una de las páginas del libro que llevaba consigo el autor, logrando sembrar la duda y la desconfianza entre auditorio. ¿Estaría el asesino contratado por la “Corporación” vigilando desde el público y dispuesto cumplir la misión de asesinar al autor-actor? ¿Ya que el secreto había sido revelado moriríamos todos los allí presentes? La respuesta es un enigma que seguirá rondando en nuestras mentes para siempre gracias a la genialidad de Fernando Marías.

Abril en Estambul

La atmósfera de intriga, entrelazada con suspense y humor, generada por Fernando Marías cambia radicalmente en cuanto Espido Freire sube al escenario. La transformación es paulatina: primero nos cuenta en un tono agradable un viaje realizado en el año 2002 a Estambul, con motivo de la presentación de la traducción al árabe de “Melocotones helados”, la novela por la cual obtuvo el Premio Planeta a los 25 años.

Espido describe olores, sabores y paisajes cargados de belleza, hasta que baja al baño de un restaurante y allí todo cambia para siempre. Sin revelar muchos datos de esta “historia/realidad/ficción” los espectadores vamos comprendiendo la impotencia, la rabia y el dolor de la escritora y actriz, que se adentra en un laberinto de emociones sobre el escenario.

Tras contar un hecho desgarrado, la actriz recupera el tono para interrogar al público: “¿me creéis? Decidme por favor si me creéis”. Con la sala completamente entregada sólo podemos decir que sí, que le creemos, porque como ella misma señaló en la charla posterior al espectáculo: “cada noche que interpretó el monólogo, todo aquello se vuelve verdad”.

Gabriela Llanos @gllanosg Clidia Díaz @clidiadiaz

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