Kairós
Apocalipsis 7,2-4.9-14 “No causen daño ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente de los siervos de nuestro Dios”. No hay duda que Dios se preocupa por el medioambiente, debiendo recordar que el mundo revela el misterio de Dios que lo ha creado y lo sostiene.