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FÁBULAS EN ALTA VOZ

Raymundo Ortiz Con “alto perfil”

Hace un tiempo que veo en la iglesia a Raymundo Ortiz, un humorista que junto a Jochy Santos se adueñó de la audiencia radial durante un largo tiempo. Después incursionó en la política y, al menos yo, hacía mucho que no sabía de él. No somos amigos, pero le reconozco su talento y cómo se ha conducido en la sociedad.

No lo había notado A él como al resto de los feligreses, lo veía como a una más de las personas que visitan La Anunciación, hasta que hace poco alguien estaba hablando de las figuras de la farándula que han “desaparecido”. Entre esos personajes salió a relucir el suyo. “Raymundo Ortiz es otro que está en bajo perfil. ¿En qué estará?”. Se preguntó una colega que estaba entre los “analistas” de la crónica de arte.

Se me grabó su nombre Al escuchar aquel comentario de que estaba en “bajo perfil”, reflexioné y me dije: “Pero de ninguna manera. Ahora es que realmente Raymundo tiene alto perfil, pues está sirviéndole al que todos deberíamos adorar, al Señor”. A partir de ese momento comencé a valorar su cambio, o tal vez su transformación, y me alegra tanto saber que quizás no está activo en los medios, pero sí lo suficiente en lo que es verdaderamente cierto, seguir a Dios.

Una fábula religiosa Por haberlo conocido como humorista, nunca imaginé que se tomara tan en serio su creencia en el Señor. Lo veo orar, comulgar y concentrado en la celebración eucarística con un gran respeto. Es como si se trasladara a una ciudad religiosa, donde lo que cuenta es tener un “alto perfil” ante el Todopoderoso. Nada importa la vanidad que algunos exhiben en los medios de comunicación, él está claro en que la salvación está en la fe.

Viajando hacia la quietud No es que yo vaya a la iglesia a ver quién reza y quién no, pero a él lo veo siempre en búsqueda de esa quietud que solo da el estar en paz con Jesús. Desde mi óptica, nunca lo había percibido con un perfil tan alto como el que se le ve en el templo. Reitero, conozco poco sobre su vida, pero el que no esté en la farándula no quiere decir que esté en el anonimato. Al contrario, creo que está en su mejor momento, y nosotros deberíamos imitar su accionar, yendo en búsqueda de lo que verdaderamente nos hace reír con sus chistes de misericordia, de paz, amor y bendiciones divinas, como lo hace Dios. Le felicito señor Raymundo Ortiz, por el logro de su “alto perfil”.

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