Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

COSAS DE DIOS

Gracias, doctor

De vez en cuando, en tu vida se cruza un especialista de cualquier área, que te dice algo útil para toda la vida. Pasas frente a 50 que no te aportan, pero hay uno, o una, que da en el clavo, y te brinda una herramienta para seguir adelante.

Los letreros Entré al consultorio de un médico muy particular, con un estilo propio. Tiene pegado, sobre su escritorio, un letrero en el que pide a sus pacientes que no utilicen el celular, y otro en que, les recuerda que si están en su oficina es porque el médico es él, no Google. Yo no vi el letrero acerca del celular. Al llegar puse mis cosas sobre el escritorio y resolvía mil asuntos por el Whatsapp; entonces el doctor retiró los estudios que había puesto sobre su mesa y me mostró el cartel. Le pedí excusas, guardé el celular y le dediqué toda mi atención.

Lo más importante Lo siguiente que me dijo fue que, a su entender, en ese momento, no podía haber nada más importante que el asunto que trataba con él. Tiene razón. Aquella frase logró poner el orden de las prioridades en mi cabeza. Pero no fue esa frase la que me motivó a escribir esta columna. Después de hablar mucho rato, y cuestionar, preguntar, buscar salidas a algo que parece no tenerla, este doctor me dijo que, hay una palabra enorme que sirve en todas las circunstancias de la vida, que resuelve casi todo, y da paz.

Aceptación “La palabra mágica se llama aceptación. Cuando somos capaces de aceptar la circunstancia que nos ha tocado- me dijo- hemos resuelto la mitad del problema”. “Luego de la aceptación viene la interrogante sobre qué es lo mejor que puedes hacer; y es probable que, la decisión que tomes sea la correcta, porque no pretenderás acciones locas o inútiles, sabrás a qué atenerte”. Fue, más o menos, lo que señaló después.

¿Qué es? Por mi parte, reflexioné sobre esa palabra. Aceptación es entender la realidad, abrazarla, asumirla y enfrentarla. Y sirve para cuando alguien amado está muy enfermo. O cuando el que está muy enfermo eres tú. Para cuando los hijos nos son lo que esperas o no pueden llegar a ser, o no quieren llegar, a donde tú sueñas verlos. Cuando el esposo o la esposa deja de ser un príncipe o una princesa; cuando la lealtad de la amiga o el amigo no alcanza hasta donde se extiende la tuya.

¿Con quién funciona? La aceptación funciona, sobre todo, con nosotros. Con la imagen que vemos en el espejo, al encontrarnos frente a nuestra conciencia y pensar en las veces que hemos metido la pata. La aceptación es agradecer y poner en las manos de Dios aquello que tú no puedes cambiar. Aceptación es entender que Dios existe, y que tú eres una de sus criaturas, pero no eres Dios. ¡Gracias doctor!

Tags relacionados