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FOLCLOREANDO

¡Sí, pero no!

Algunas veces me “topeto” con notas que me envían de actividades sociales y aunque no asista regularmente, por lo menos me entero de los contenidos, hasta critico la redacción.

Relaciones públicas Una de las ramas de la comunicación social que más me gusta es las relaciones públicas, quizás porque laboré en dos instituciones universitarias, la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), primer trabajo, y la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), de la cual soy jubilada.

Cuando hacemos relaciones públicas debemos juntarnos con la persona y/o empresa o institución para los datos más importantes de la actividad, y no solo eso, buscar a una persona experta en el tema a tratar para mayor orientación. Por ejemplo, si es un tema con nuestra música debemos preguntar, porque no es lo mismo un “trío típico” que un “Perico Ripiao”.

Curaduría Si es una exposición que se montará, la persona responsable es el curador, que debe tener conocimiento también del tema a tratar. Podría ser el mejor curador del mundo, pero si no tiene conocimiento de la cultura de un país ¿cómo evaluaría a un pintor, ilustrador o percusionista que ha elaborado una obra maravillosa con los instrumentos musicales folklóricos, pero que la colocación de la tambora en su pintura o en la sala de exhibición no es la correcta?

En las redes La gente coloca fotos y vídeos en las redes sin un pie informativo. Es preferible que se tome unos minutos para documentar esa fotografía para que todos aprendamos del objeto fotografiado o grabado.

Ahora titirimundati quiere hacer un libro, de lo que sea, pero esos libros no tienen mancheta, ni colofón, pero todavía peor: con errores técnicos, ortográficos y de contenido (que es peor), porque para ellos es más importante publicarlo sea como sea, sin importarle cómo quede.

Entrevistas en las redes No se sabe quién lo hace peor, si el entrevistado o el entrevistador. Ya no hay prigilio, todo se ha perdido. El que no pregunta o contesta con palabras vulgares “no ‘ta”; eso es lo que se vende ahora. Personas antes respetadas por mí parece que la libido (así sin acento y es llana o grave) se la suben, valga la redundancia, subiendo vídeos de lo mismo que critican. Todo esto para estar acorde con la moda.

¿En qué parará la cosa, caballero?

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