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COSAS DE DIOS

Lo programado en el cielo

Todas las mañanas saco de mi Biblia un pliego de papel, ya arrugado, que me entregaron hace unos meses en un curso taller. Contiene 31 peticiones al Señor, basadas en las promesas de la Biblia, sobre cómo queremos que sean nuestros hijos.

El testimonio de Yeymy Antes de leer las peticiones, la facilitadora del taller, la hermana católica laica Yeymy Portes, quien tiene un estremecedor testimonio de cómo fue revertido en su hija un diagnostico nada menos que de autismo, nos dijo que clamáramos a Dios con la siguiente oración: “Que se cumpla en la tierra para mis hijos, lo que tú programaste para ellos en el cielo”. La repito tres veces y, luego, leo las peticiones.

Lo que pido Pido para mis hijos salvación, crecimiento en gracia, amor, honestidad e integridad, dominio propio, amor por la Palabra de Dios, justicia, misericordia, respeto por sí mismos por otros y por la autoridad, autoestima fuerte y bíblica, fidelidad, valentía, pureza, bondad, generosidad, que sean procuradores de paz, gozo, perseverancia, humildad, compasión, responsabilidad, contentamiento, fe, un corazón de siervos, esperanza, una disposición y habilidad de servir y trabajar duro, una pasión por Dios, autodisciplina, una vida de oración, gratitud y un corazón misionero.

Un ejemplo: justicia Cada petición está avalada por una cita bíblica y una solicitud explícita a Dios. Por ejemplo, justicia: Decimos: “Dios, ayuda a mis hijos a amar la justicia y actuar justamente en todo lo que hagan.” Junto a esta petición está la cita del salmo 11,7, que dice: “El Señor es justo y ama lo que es justo, por eso, lo verán cara a cara los sinceros”.

Una revelación Esta manera de orar por mis hijos ha sido toda una revelación. Primero por lo fuerte que resulta, lo contundente, sientes que le estás pidiendo cosas concretas al Señor y, poco a poco, observas señales de que esas peticiones se están cumpliendo. Otro punto es que no había pensado si en la vida de mis hijos se están cumpliendo los planes que Dios hizo para ellos en el cielo. Él, que los creó con amor infinito, debe haber tejido para ellos planes maravillosos y, como su madre, yo clamo para que se cumplan.

Para usted Siempre había deseado encontrar la forma correcta de orar por mis hijos y, ahora que hay tantas amenazas alrededor de nuestros niños y jóvenes, y sabiendo que cada familia carga con cadenas generacionales, me alegra que Yeymy haya compartido esta arma espiritual poderosa y quise, a mi vez, pasarla a otros. Porque imagino que también usted, que me lee, desea que se cumpla en la tierra para sus hijos, nietos y sobrinos, lo que Dios programó para ellos en el cielo.

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