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PROGRAMA JUNTOS 2019

Una visita a la planta de incineración de Naka, en Hiroshima

La construcción de la planta forma parte del proyecto “Hiroshima 2045: la ciudad de la paz y la creación”, que procura promover infraestructuras sociales bien diseñadas. ©Yaniris López/LD

La construcción de la planta forma parte del proyecto “Hiroshima 2045: la ciudad de la paz y la creación”, que procura promover infraestructuras sociales bien diseñadas. ©Yaniris López/LD

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Yaniris LópezHiroshima, Japón

Por fuera parece el edificio moderno y elegante de una gran corporación internacional. Pero nada que ver. Es el depósito y destino final del 60% de los desechos que generan los habitantes de la ciudad de Hiroshima, al oeste de Japón.

Es la más grande de las cuatro plantas de incineración con las que cuenta la ciudad en la que viven alrededor de un millón 300 mil personas.

Allí clasifican ocho tipos de desechos combustibles e incineran junto con ellos, a alta temperatura y sin que represente una amenaza para el medio ambiente, todo tipo de plástico que no se puede reciclar.

Construida frente a la bahía de Hiroshima, en la planta de incineración de Naka-ku, administrada por la Oficina de Medio Ambiente de la ciudad, se manejan alrededor de dos mil toneladas de libras de desechos al día.

La capacidad de incineración es de 600 toneladas de desechos cada 24 horas. Los queman a 850 grados y solo cuatro horas son necesarias para que los residuos terminen hechos ceniza.

Abierta

El público puede recorrer la planta pues está diseñada con este fin: en el centro, toda la maquinaria y oficinas de control y, a su alrededor, pasillos abiertos con ventanales de vidrio desde donde se observa todo el proceso.

Este recorrido lo realizaron los participantes de Juntos 2019, el programa creado por el gobierno de Japón para afianzar los lazos de amistad e intercambio con América Latina y que este año estuvo dedicado a las iniciativas ambientales que implementa el país asiático.

El equipo tecnológico de alto rendimiento de la planta, a modo de resumen, está compuesto por reactores de filtración, depuradores de humedad, turbinas de vapor, reactores catalizadores de gases reactivos (De-Nox) y otros sistemas de tratamiento de gases de combustión que eliminan el polvo dañino y las toxinas reactivas en los gases de combustión.

Una parte de las aguas residuales de la planta, así como el agua de lluvia, se aprovechan en la instalación, que está diseñada incluso para continuar sus operaciones con normalidad en caso de desastres.

Y genera energía…

En un depósito de 16 metros de ancho y 15 metros de profundidad se acumula la basura. La grúa puede agarrar cuatro toneladas de desechos de una sola vez.

“Dentro huele mal –dice el guía que acompaña al grupo-, pero fuera no se nota. Todo es hermético para que no salga el olor”.

El vapor que sale de las incineradoras es usado para generar energía: 15,200 kilovatios que brindan a su vez suministro a 37,000 hogares. La energía que sobra se la venden a las compañías eléctricas. Esta misma energía es usada para suplir de aire acondicionado, agua caliente y electricidad a la planta.

De la chimenea de 59 metros sale un aire sin rastro de gases contaminantes.

“Parece no salir nada, pero sí sale gas a 200 grados de temperatura”, agrega el guía.

Un largo pasillo franqueado por arbustos de hojas perennes traídos de Florida termina en un mirador frente al mar interior de Japón. Esta parte de la planta se llama Ecorium y está abierta al público de 9:00 de la mañana a 4:30 de la tarde.

La idea, asegura nuestro anfitrión, es acabar con la idea de que el lugar donde se maneja basura tiene que ser maloliente y asqueroso.

DE SU CONSTRUCCIÓN

La planta comenzó a construirse en 1999 con ‘tierra’ ganada al mar y fue concluida en 2004. Se gastaron en ella aproximadamente 40,600,000,000 yenes provenientes de los impuestos de los ciudadanos.

El edifico ocupa unos 13,900 metros cuadrados y toda el área alrededor de 45,500 metros cuadrados. Tardaron cuatro años en ganar la tierra al mar.

La planta recibe los camiones de basura las 24 horas. Los ciudadanos también pueden llevarla directamente al depósito. Yaniris López/LD

Las garras de una grúa puede agarrar cuatro toneladas de desechos de una sola vez. Yaniris López/LD

Con la asistencia de 37 cámaras, las pantallas de la sala de control muestran lo que ocurre dentro de las tres incineradoras. La computadora controla los niveles de incineración. Yaniris López/LD

Muchos trabajadores de la ciudad se ofrecen como guías voluntarios para acompañar a los visitantes. Yaniris López/LD

La obra, abierta al público, ha recibido dos premios: de arquitectura pública y calidad en la construcción. Yaniris López/LD

En el Ecorium se brindan informaciones importantes sobre la ciudad de Hiroshima. Yaniris López/LD

Fue construida hace 16 años al lado de la vieja infraestructura, frente a la bahía de Hiroshima. Yaniris López/LD