Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

PSICOLOGÍA A SU ALCANCE

El nido vacío

Vacía queda el alma cuando el hijo se va de casa. Cuán pronto creció y cuán pronto envejecí, apenas ayer le amamantaba y ya, cual golondrina, deja el nido sin consultar. Algunos nos visitarán de vez en cuando, otros jamás. No hay a quién llevar al cine, ayudar con las tareas, no nos acompaña en los paseos, le molesta tu compañía, tomó el control de su vida. Quizás creció sintiendo que no siempre disipaste su miedo, no viste sus ‘posters’ ni oíste su música ensordecedora. Se dejó para mañana y el mañana es hoy.

¡Qué corto fue ese tiempo! De repente tu niño no es un niño, no canta “pío, pío dicen los pollitos”, no hay cumpleaños con gorrito y refresco rojo. Atrás queda la infancia rodeada de muñecas, bates, bolas y patines. ¿Dónde está quien peleaba por bolones, chicles, por la ventana y el asiento delantero del auto, por oír en la radio dembow, reggae, rap? Su prioridad son sus amigos y amoríos. ¿Deseabas descansar de los regueros? No hay descanso, es hora de orar hasta sentirle llegar de la disco fingiendo dormir y aunque haz encanecido y perdido la paz con su conducta impropia, mucho le amas.

Vendrán nietos, bisnietos y les daremos lo que no pudimos a los hijos. Haz lo necesario antes que crezcan, no cuando la vida se nos vaya. No aplaces un “te amo”, mañana será tarde, no estarán, ni tú tampoco.

psicología a su alcance

Publica los martes raquel

demorizi

Tags relacionados