Víctor Piñeyro danzará en el cielo

Fue uno de los gestores culturales radicado en Villa Mella con más vivencias y conocimientos de costumbres y tradiciones de esa comunidad.

¡Cuánta sapiencia! Siempre hablábamos y lo catalogué como una persona sana en su trato. Un ser colaborador, con un desapego increíble.

La última vez que hablamos le dije que debía hacer una recopilación de todos sus saberes de la Sabana del Espíritu Santo y zonas aledañas.

Una vez me le brindé para apoyarlo en sus investigaciones, como siempre hago con las personas que hay que darle un empuje.

Víctor Piñeyro me daba seguimiento en todas mis locuras folklóricas y me felicitaba por el Messenger.

Cuando cualquier persona que quería saber sobre cualquier tema de la zona, siempre lo llamaba para que diera las informaciones, porque quién más que él para hacer esos aportes.

Bailaba congos, priprí, calunga, conocía la historia de los bailes, del dialecto pororó, que poco se ha escrito, de la comida y de otras expresiones que la iba documentando.

Ojalá que su familia tenga esos documentos. Imagínense un ser nacido en Sabana Perdida, creció en ese entorno y ya adulto se enfoca en los estudios sociales, culturales y todo lo concerniente a la proyección de los bienes intangible ¿no es para que le celebremos la vida?

Cuando fungí como directora Nacional de Folklore siempre lo invitaba como jurado del Desfile Nacional de Carnaval.

Fuimos juntos a un taller que organizó la DiNaFolk sobre la trayectoria del merengue típico, realizado por don Américo Mejía en 2009; asistió, además a un taller de Folklore Musical, organizado por EdoRitmos en 2013 y se le entregó un reconocimiento en el 2011, como parte de la celebración del Año Internacional de los Afrodescendientes.

El legado cultural de Víctor Piñeyro estará presente, no solo en la comunidad que lo vio nacer sino en la memoria de todos los que compartimos con él.