La bipolaridad de Vincent Van Gogh

La historia de Vincent va Gogh es bien conocida por todos. Fue un pintor vanguardista del último cuarto del siglo XIX, quien en tan solo sus últimos 10 años realizó toda su obra pictórica, más de 2,000 trabajos entre pinturas y dibujos; por lo tanto, realizó una obra de arte cada dos días, lo cual resulta impresionante para cualquier artista, sin mencionar que muchas de sus obras son consideradas obras maestras complejas, innovadoras e irrepetibles.

Precisamente esta actividad febril, según algunos críticos, en gran medida se debió a su enfermedad. No es un secreto para nadie que Van Gogh fue un enfermo mental, quien estuvo hospitalizado por un largo período en una institución, aquejado de una fuerte depresión, con varios intentos suicidas en su haber y un conato de automutilación (el episodio de la oreja), asimismo alternó esos episodios depresivos con episodios hipomaníacos y/o maníacos, coincidiendo con períodos de efervescencia creadora. Incluso, en el período de su hospitalización larga creó una serie de sus más geniales obras.

Su enfermedad Es impresionante como este gran ser, quien no hizo mal a nadie, más que a sí mismo, continuó su trabajo en medio de sus grandes depresiones, como si de un tratamiento para su mal se tratase. En sí, su enfermedad no fue una maldición, más bien fue el impulso de una vida, la corriente vital que le dio la chispa de la creatividad, tanto en épocas de depresión como de manía/hipomanía, y que al final lo llevaría a la tumba. ?

El autor es psiquiatra, colaborador de Fundotab y autor del libro El Secreto de Vincent.