CARDIOLOGÍA PARA TODOS
Prevenir cambios conductuales
“El estilo de vida” suele basarse en patrones conductuales establecidos durante mucho tiempo, que se mantienen por el medio o entorno social.
Los factores individuales y ambientales impiden adoptar un estilo de vida saludable, al igual que las recomendaciones complejas o confusas del personal de salud. La interacción positiva y amistosa mejora la capacidad individual para hacer frente a la enfermedad y adherirse a las recomendaciones sobre los cambios en el estilo de vida.
Es importante explorar las experiencias de cada paciente, sus pensamientos, sus preocupaciones, su conocimiento previo y las circunstancias de su vida diaria.
El asesoramiento individual es la base de la motivación y el compromiso. La toma de decisiones debe ser compartida por el médico y el paciente (incluyendo al conyugue y a la familia del paciente).
El uso de una comunicación eficaz facilita el tratamiento y la prevención de la enfermedad cardiovascular.
La intervención conductual del tipo “entrevista motivacional” aumenta la motivación y la autoeficacia.
Para mantener una comunicación eficaz que consiga cambios positivos en nuestro paciente, debemos observar algunos principios:
ï Dedicar al paciente suficiente tiempo para desarrollar una relación terapéutica: Incluso unos minutos más puede marcar la diferencia.
ï Reconocer el punto de vista del paciente acerca de sus enfermedades y los factores contribuyentes.
ï Alentar la autoevaluación del cambio de conducta, así como las oportunidades de éxito.
ï Hablar con el paciente utilizando su propio lenguaje y mostrar apoyo con cada cambio en estilo de vida.
ï Hacer preguntas para comprobar que el paciente ha entendido el consejo y mostrar el apoyo que necesita para seguirlo.
ï Reconocer que cambiar los hábitos de vida puede ser difícil y que los cambios progresivos suelen ser más permanentes que los rápidos.
ïDebemos entender que algunas personas pueden necesitar apoyo durante un período de tiempo prolongado para alentar y mantener los cambios en el estilo de vida.
ï Dar siempre las informaciones de manera segura y coherente.
Hay evidencias de que las intervenciones más largas e intensas mejoran los resultados a largo plazo en los cambios conductuales y el pronóstico.
Las personas de clase económica baja, los ancianos y las mujeres requieren en ocasiones programas especiales para atender sus necesidades específicas y apoyo emocional.
Debemos asesorar a todos los pacientes en riesgo o con enfermedad cardiovascular manifiesta.