Santo Domingo 25°C/26°C scattered clouds

Suscribete

TRIBUNA ABIERTA

El curioso caso de los amigos invisibles

Avatar del Listín Diario
Adrian R. MoralesSanto Domingo

El otro día, con otras personas, me puse a hablar sobre los amigos invisibles, que no son solo aquellos imaginarios que inventábamos en nuestra infancia en forma de superhéroes, duendes, magos, peluches, animaloides (¿humanoides?) o cualquier otra criatura. Por suerte, esos amigos invisibles, afirman los psicólogos, no son motivo de preocupación, pues ayudan a los más pequeños a lidiar con algunas situaciones. A lo que me refiero es a otra clase, los de carne y hueso, y que si te pones a analizar, ni son tan visibles ni son tan amigos.

En ocasiones el término “amigos” se les ha desteñido tanto que no encajan en esa categoría y pasan a ese limbo de los conocidos, allegados y contactos (o followers, ya que vivimos en el perenne auge de las redes sociales).

La era digital ha trastocado el fluir de la vida. Para bien y para mal. Por un lado, nos acerca a antiguas amistades, viejos conocidos, familiares, excolegas de estudio y de trabajo, o amigos de infancia que creíamos extraviados en los recovecos de la memoria. Nuestros contactos virtuales pueden vivir al doblar de la esquina o a miles de kilómetros, con varias fronteras y visas de por medio, pero están al alcance de un ‘clic’ y muchos de ellos de vez en cuando saludan, se interesan por saber cómo va todo, dedican una felicitación de cumpleaños o año nuevo, un enhorabuena por el nuevo inquilino de la familia o dan un bien recibido pésame con su respectivo mensaje de confort. Es entendible que la vida cotidiana y las responsabilidades a veces no nos dejan oportunidad para una interacción más frecuente.

Otros, en cambio, son especialistas en condenar la relación de amistad –si alguna vez la hubo y si fue sincera– al ostracismo. Si necesitan algo de ti, no dudan en contactarte; si no, ojos que te vieron ir…, no importan las cervezas, las rondas de mamajuana y margaritas de tamarindo o chinola, los vinos compartidos, las juntaderas, los karaokes, las risas, los desahogos, los cumpleaños sorpresa, los no cumpleaños, las “horas locas” de una boda, los babyshowers… Y qué decir de los amigos o las amigas de tu ex, que con tu ex (cuando no era “ex”) llegaron a tu vida y con tu ex se marcharon.

Entiendo que así como existe un Día del Amigo, debería instaurarse un día para los amigos invisibles. Vaya, así adquirirían mayor visibilidad, un justo reconocimiento.

Tags relacionados