Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

REFUGIO

La ética y las riquezas en la Función Pública

La ética en el servicio público no radica en una cantidad de normas en los artículos que establece la Ley No. 41-08 de Función Pública. Una legislación que presenta a todas las personas que optamos por trabajar en las instituciones públicas, una serie de principios que cumplir para no ser sancionados o sancionadas.

Pese a que hay una ley y contamos con una Dirección de Ética e Integridad Gubernamental podemos decir que no existe un espacio de origen público para la reflexión sobre los temas éticos en el país. Lo que existen son instituciones que nos invitan a ejecutar con las normas, sin embargo, hay que saber que cumplir con ellas no significa, necesariamente ser ético e íntegro.

¿Por qué sucede esto? La ética es un ejercicio de reflexión personal, significa vivir atravesados por la justicia como eje principal de todas nuestras acciones. La ética no nos trae felicidad, significa tomar decisiones, adoptar un carácter, aunque nos duela. Hay filósofos y filósofas que sostienen que hacer el bien y poder dormir tranquilo o tranquila es donde radica la verdadera felicidad. El filósofo Kant decía: “No hay mejor bien en una persona que su buena voluntad”.

Demos un ejemplo: ¿Pueden los funcionarios públicos exhibir riquezas? Usted dirá, que si tiene el dinero debido a su trabajo y su esfuerzo puede hacerlo, porque ese dinero es suyo, pero que si es dinero del Estado no debe, aunque sabemos que se puede.

Hagamos una reflexión sencilla: en un país pobre, con carencias para el cumplimiento de los derechos básicos como: salud, educación, vivienda, energía eléctrica, entre muchas más, no es justo que mientras usted brinda con los mejores vinos, a nosotros ciudadanos nos esté llevando quién nos trajo. Que mientras usted celebra un cumpleaños de 10 millones, hay niños que mueren por falta de un ventilador en un hospital, que cuando come su salmón en un restaurante caro, hay personas que solo tienen una comida al día.

El hecho de manejar recursos públicos confiere una responsabilidad particular a la labor de los servidores públicos. El comportamiento debería ser íntegro, y mostrar a la sociedad su honestidad, lealtad y la transparencia con los cuales maneja sus recursos.

La ética debe estar directamente relacionada a la buena fe. Deben asumir el compromiso de promover la igualdad social, de luchar para la creación de puestos de trabajo, de desarrollar la ciudadanía y de fortalecer la democracia. El servicio público debe estar orientado a la satisfacción del interés general y del bien común, en la necesidad social, y la igualdad de todos los usuarios, nunca del bien propio.

Aprovecharse de su investidura de funcionario público, y exhibir lo que tiene, sus lujos, sus viajes... debe ser prohibido, porque no sólo conlleva una falta de ética grave, sino una burla ante las tantas necesidades que día a día tienen que vivir muchos dominicanos.

Los puestos públicos son para trabajar, no para lucrarse de ellos. La indiferencia con la que algunos funcionarios se muestran al pueblo evidencia lo poco que les importa lo que estemos pasando, y es una muestra de la necesidad de reflexionar sobre estos temas, de que sancionen o como mínimo, se haga un llamado de atención.

Tags relacionados