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Guayaquil, una ciudad de fuertes tradiciones

Visitas. Se registraron 4.9 millones de turistas y 18.9 millones de excursiones durante el último mes de 2018, según informaciones de la Coordinación General de Estadísticas e Investigaciones del Ministerio de Turismo de Ecuador.

Visitas. Se registraron 4.9 millones de turistas y 18.9 millones de excursiones durante el último mes de 2018, según informaciones de la Coordinación General de Estadísticas e Investigaciones del Ministerio de Turismo de Ecuador.

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Nancy BritoGuayaquil, Guayas-Ecuador

Esta ciudad, conocida como la capital económica de Ecuador”, tiene, en el área metropolitana, cerca de cuatro millones de habitantes y una tradición cultural sorprendentemente llamativa.

Al llegar al Gran Guayaquil, como es conocida el área en la provincia costeña del océano Pacífico, es notoria su importancia como centro de comercio, finanzas, político, cultural y de entretenimiento.

La ciudad crece horizontalmente, y las generaciones que residen en ella han heredado fuertes tradiciones por la presencia indígena en la zona, identificada como La Sierra. Cuando caminas por varias de sus avenidas, puedes valorar la conservación de las primeras edificaciones construidas de cemento y otros materiales rústicos que el mar casi no deteriora.

Pero en el lugar ya afloran otras infraestructuras novedosas apreciadas en el Malecón 2000, hermosamente expuestas a los turistas que encuentran señales de las creencias al desplazarse en las embarcaciones, taxis amarillos o a pie. En estos recorridos se hace evidente que la mayoría de los ciudadanos están asentados en los 347 km≤ de superficie y más allá de los límites de la aglomeración urbana, también habitan en localidades como El Milagro, Daule, Playas y otras, en donde se observan algunas costumbres más.

¿Por qué el auge de la tradición? Hay que destacar que tras su fundación en 1547, como astillero y puerto comercial al servicio de la Corona española, Santiago de Guayaquil es un punto clave en la economía de la nación. Quito es la capital del país y los habitantes aprovechan la oportunidad para dinamizar actividades atractivas para el turismo, que en tan solo este fin de año movió 62.5 millones de dólares.

Calle 6 de Marzo. La ciudad, caracterizada por un elevado uso de tránsito masivo, invita a citadinos y extranjeros a “palpar”, en sus vías, parques y monumentos, los talentos y la idiosincrasia de su gente. Basta con llegar a la calle 6 de Marzo un fin de año para entrar a un mar humano que arrastra a todos a disfrutar dentro de un ambiente comercial abarrotado de mercancías, que van desde el famoso “año viejo”, una figura humana diseñada para ser incendiada a las 12:00 de la madrugada. Los monigotes, creados por artesanos desde hace 18 años, simbolizan protestas sociales, o representan figuras animadas y creaciones de animales, entre otras.

Allí abundan los fuegos artificiales, artesanías, comidas y bebidas demandadas para sofocar el calor de un invierno húmedo y poco común.

El candente ambiente no impide, sin embargo, que si inclinas la vista encuentres niños de corta edad asombrados con los personajes del séptimo arte, así como algunos adultos perplejos ante figuras de la política diseñadas grotescamente, como el caso del expresidente Rafael Correa o un autobús satirizando el deplorable transporte público, realizados con materiales como el aserrín, papel periódico y goma. Es fuerte la expresión de protesta al sistema político o de otros sectores corruptos que quieren quemar esa noche, para que el nuevo año traiga otra etapa de progreso y aspectos positivos.

Las siete cuadras de la vía convertidas en peatonal, justo el último día del año, también permiten recoger testimonios como el de Martha Rojas, una guía que labora oficialmente en el área aeroportuaria y por su próximidad a la entrada y salida del país de ciudadanos y visitantes, asegura que cada año es mayor el público que acude a ésta y otras calles, en las que hay monigotes hasta de la altura de un edificio de tres niveles, ofertados a precios insospechados, dada la informal actividad comercial, que es a la vez muy activa y remunerativa.

Economía. Un anciano de grandes y gruesos espejuelos que no quiso dar su nombre, habló del auge de la tradicional parada, y lo favorable que es la existencia en Guayaquil de uno de los puertos más importantes de la costa del Pacífico oriental. Su comentario guarda relación con el hecho de que el 70% de las exportaciones privadas del país salen por sus instalaciones, ingresando más del 83% de las importaciones. Guayaquil concentra un alto número de empresas, fábricas y locales comerciales.

La transculturización La realidad es que, llama la atención que lejos de afectar las creencias, la masiva presencia turística y la transculturación sufrida por ciudadanos que emigran de Guayaquil, éstas siguen firmes en el corazón y la mente de una población orgullosa y laboriosa que busca sobrevivir en medio de la crisis y que se esfuerza para superar sus carencias.

Para completar el paseo hay que citar el puente Guayaquil-Samborondón, La Perla, uno de los atractivos más visitados del malecón Simón Bolívar; Guayarte, un parque de singular vistosidad con bares y teatros, así como pinturas en paneles, entre otras obras proyectadas para el bicentenario de la ciudad.

Artesanía. Con piezas de esta índole celebran el año viejo.

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