Una mirada fresca al cambio ecológico en la Ciudad Corazón

La vida de Víctor Durán, un joven nativo de Santiago de los Caballeros, ha mejorado notablemente al ser testigo de primer plano del cambio ambiental que ha vivido la provincia en los últimos años.

Este es el encargado de gestión ambiental del Ayuntamiento de Santiago en el vertedero, el cual se ha convertido en un modelo para los otros depósitos de desechos ubicados fuera de la Ciudad Corazón.

“Hemos rescatado áreas que en pasadas gestiones estaban cubiertos de basura. Estamos plantando árboles de caoba, alrededor de 1,000, para que al menos el 50 % de estas sobrevivan y se vea un poco colorido”, explica entusiasmado Durán, quien regularmente los fines de semana guía los recorridos de los diferentes visitantes. Víctor, un muchacho alegre y jovial, no solo habla con optimismo, sino que expone al visitante profundos conocimientos de la labor profesional que allí se desarrolla y que ejecutan muchos jóvenes como él.

“El vertedero recibe a los camiones de basura desde las 7:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche todos los días. El principal motivo es que las fundas de basuras no se amontonen en las calles de la ciudad y los barrios”, exclama.

Consciente de que los jóvenes son el futuro, la primera medida implementada por el alcalde de la ciudad, Abel Martínez, fue darle la mayor participación posible a las nuevas generaciones, puesto que considera que ha llegado el momento en que esta se instaure en el poder para imprimirle al país su creatividad e iniciativas en todas las esferas laborales, desde la recogida de basura hasta el reciclaje.

La mayoría de los jóvenes que allí laboran son técnicos graduados de gestión ambiental en centros académicos especializados.

Actualmente dicho vertedero es un centro laboral moderno, con instalaciones apropiadas para dirigir la labor de reciclaje y donde la basura del día es cubierta por tierra para evitar de esa forma el trasiego contaminante.

El reciclaje ha sido uno de los cambios que tanto Víctor y los demás jóvenes residentes en la provincia consideran que más ha beneficiado el entorno de la ciudad de Santiago.

Una de las labores que llena de más regocijo a Durán es que ha ayudado a un gran grupo de personas que en el pasado eran los típicos buzos del área y que ahora, en su gran mayoría, han pasado a ser empleados de la empresa, todos bajo el mando y visión de un joven que solo quiere ver a su hogar cambiar para bien.