Reflexiones sobre el tabaco y sus efectos en la salud

Ocho millones de personas en el mundo podrían morir cada año a causa del tabaco antes del 2030, según un informe presentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El 80 % de esas muertes se producirá en países en vía de desarrollo.

Se estima que en el mundo hay más de mil millones de fumadores y de estos 200 millones son mujeres.

Unos 500 millones de personas que viven actualmente en el mundo morirán por causa del tabaco. De estas muertes, 250 millones serán a una edad prematura, es decir, antes de tiempo, y ocurrirán en la edad adulta joven.

Se estima que para el año 2020 el tabaco será la mayor causa de muerte y discapacidad, y matará a más de 10 millones de personas por año, causando más muertes que el sida, accidentes de tránsito, homicidios y suicidios, alcoholismo y drogas ilícitas, todos combinados.

Un tercio de la población mundial de 15 años y más fuma, siendo la cantidad total de 1,100 millones de fumadores en el mundo. De estos, 800 millones pertenecen a los países en desarrollo.

El hábito de fumar es causa de unas 25 enfermedades comprobadas, siendo sobre todo responsable de:

ï El 30 % de todas las cardiopatías coronarias.

ï El 30 % de todas las muertes por cáncer.

ï El 90 % de todos los casos de cáncer de pulmón.

ï El 80 o 90 % de todos los casos de enfisema enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

El tabaco es responsable de:

ï 33 % de cánceres en hombres

ï 10 % de cánceres en mujeres

ï 70 % de cáncer en la laringe

ï 50 % de cáncer en la boca

ï 50 % de cáncer de vejiga

ï 30 % de cáncer de páncreas

Los fumadores pasivos tienen un riesgo 35 veces mayor de contraer cáncer de pulmón que aquellos que no conviven con fumadores.

En Estados Unidos, 400,000 vidas se pierden por año debido al consumo del tabaco.

En Hispanoamérica, 150,000 vidas se pierden por año debido al consumo del tabaco.

En el mundo cerca de 100,000 niños y jóvenes por día se convierten en fumadores. Son los que la industria tabacalera nombra como sus “fumadores de reemplazo”, porque van sustituyendo a los que desaparecen prematuramente.

Está demostrado que la mortalidad por enfermedades cardiovasculares aumenta en los fumadores.

El 80 % de las víctimas de infarto del miocardio menores de 45 años son fumadores.

Los fumadores habituales mueren prematuramente a consecuencia de su hábito y la mitad de estas muertes ocurre antes de los 65 años.

El mantenimiento del hábito de fumar tras haber padecido un infarto al miocardio puede producir nuevos eventos. Los que dejan de fumar evidencian una reducción del 30 al 40 % a los cinco años, con respecto a los que siguen fumando.

Estas estadísticas nos dicen qué tan dañino resulta para la salud este hábito del tabaco tanto activo como pasivo.

De estas reflexiones se evidencia la importancia de dejar el hábito tabáquico (dejar de fumar) como medida preventiva para evitar la muerte prematura y el desarrollo de cáncer.

No importa lo que fume: cigarrillo, puro, hookah, cigarrillo electrónico... todos son dañinos.