Acogidos por Su voluntad

Mateo (18,12-14):

“...no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños”. Los más débiles en la fe que forman parte de las comunidades cristianas no deben ser nunca despreciados ni marginados, sino acogidos con una especial solicitud.

Por igual, evitar los escándalos que como piedra de tropiezo hace caer a otros en la incredulidad y el abandono de la fe.