La importancia de la actitud

Lo cierto es que si eres capaz de dar y actuar conforme a tu corazón, la vida te será más dulce. En muchos instantes de nuestras vidas hemos querido que llegue el amor, pero el amor puro, el que viene de Dios, ese que sólo llega cuando tú estás preparado para recibirlo, cuando has aprendido de los obstáculos, te has hecho fuerte y has crecido.

Jamás intentes forzar la voluntad del dador de la existencia, sólo Él sabe lo que da, lo que quita. Caminas y corres y por más que lo intentas te das cuenta de que no obtienes lo que quieres: la decepción laboral, la falta de entusiasmo y la desmotivación te embargan, pero ¿acaso alguna vez no has percibido que, justo cuando decides romper el hielo de tus pensamientos, cuando te despiertas y enciendes el radio y muestras una sonrisa al espejo o a algún familiar, el universo conspira y, por lo menos en ese instante la opresión desaparece? Así de sencillo es superar las barreras de la vida.

Cuando alguien critique tus éxitos, cuando alguien ponga en duda tu relación o sencillamente cuando sientas que algo pone gris tu empezar y continuar, cambia la página y atrévete a dar lo mejor de ti. Si das amor, amor tendrás.

Recuerda que “de lo que siente el corazón habla la boca”. Vivir es cuestión de actitud.