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Espera que le reparen su casita para volver a su hogar

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Patria Reyes RodríguezSanto Domingo

Esa mañana de septiembre la encontramos sentada en aquel cuartucho atestado de trastos viejos, esperando que su hija llegara con unos huevos del colmado. Quince pesos le había dado su hijo el día anterior para que comprara de comer, y unos guineos que le regaló un vecino le aseguraban el desayuno. Sin embargo, cada día su primer y más angustioso dilema era saber si encontraría de comer.

Realizamos la entrevista con el corazón arrugado, mientras ella hablaba con normalidad de su situación. María Bienvenida Collado no podía caminar, por una mordida de un perro, y vivía en una casucha sobre un alto a la orilla del río Ozama en el sector Gualey. Allí dependía de la ayuda de su hija que, para colmo de males, tiene problemas mentales.

Luego de que el LISTÍN DIARIO diera a conocer su historia, el Consejo Nacional para Envejecientes (Conape) acudió en auxilio de Bienva, como la conocen en su vecindario, y luego de una evaluación médica fue trasladada a una casa de acogida para adultos mayores, y su hija referida al departamento de salud mental de Salud Pública y enviada al Hospital Psiquiátrico.

Al acogerla, Conape se responsabilizó del cuidado total de Bienvenida, prometiendo incluirla en su programa de alimentación complementaria y coordinar con el Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) para que sea incluida en el programa de reparación de viviendas.

El pasado martes visitamos a doña Bienvenida en el Centro de Acogida al Adulto Mayor (AMA), ubicado en la sección Mata Naranjos, de la provincia San Cristóbal. La encontramos de buen humor, en un ambiente que refleja tranquilidad y armonía, y donde recibe atenciones especiales para mejorar su condición física como emocional.

Sentada en la terraza nos recibe con alegría, nos muestra que ya se puede poner de pie, con ayuda de un andador. Refiere que se siente bien atendida, pero que quiere volver a su casa, la que dice compró por RD$190.00 hace 41 años.

“Aquí yo estoy chévere nai, pero estoy esperando que me arreglen la casita, que no se me moje, aunque sea con madera y zinc, que no se me moje. No quiero más nada, aunque si me regalan unos mueblecitos los cojo o una mesita, que tengo para poner la losa”.

Su buen ánimo muestra la mejoría que ha experimentado desde que la cuida Conape. Su rostro iluminado y alegre difiere mucho de la señora triste que encontramos en septiembre. Habla sin pausa, dice que es prima del alcalde David Collado y se sabe la vida “al dedillo” de los padres del expresidente Leonel Fernández.

“Yo me pensaba ir para mi casita, para Gualey, pa’l ranchito, que se estaba mojando, se moja y los setos son de zinc viejo y el sanitario está un hoyo, encementado con un cajoncito, yo no estaba bien porque me estaba mojando. Tenía que salir corriendo porque se me metía el agua por los setos”, así describe Bienva las condiciones en que vivía.

Cuando le preguntamos cómo se siente dice “bien, de caché, de cachetín”, con el tono y lenguaje que se usa en los barrios. “Chévere nai, me traen mi chocolate, mi cafecito por la mañana, mi desayunito y después mi comida y duermo cómoda, con almohada y sábana”. Refiere que el asilo al que la llevaron en primer momento no tenía buenas condiciones, pero que donde está ahora se siente muy bien.

A pesar de que se siente bien atendida, Bienvenida sueña con volver a su casa donde vivía con su hija Deyanira, que quedó con trastornos mentales luego de su último parto, y que se encuentra en el Hospital Psiquiátrico (el 28). Menciona a su hijo que es motoconchista, y siempre dice que él no puede ayudarla mucho porque tiene su familia.

“Estar en mi casita, que no se me moje, ellos quedaron de arreglármela” dice Bienva con voz de súplica que es lo que quiere. Recuerda a Tata, a doña Dignora (la enfermera) y a sus vecinos que la ayudan a sobrevivir cada día.

Hace casi tres meses que el LISTÍN DIARIO publicó su conmovedora historia en la serie especial “En el Fondo de la Pobreza” y aunque ahora se siente mejor anhela volver a su hogar.

CONAPE PROMETE MANTENER AYUDA Un equipo del Conape acompañó al LISTÍN DIARIO en la visita a Bienvenida en la casa de acogida para adultos mayores de Mata Naranjos, donde fuimos recibidos por su directora, Rossy Espinal, quien con mucha amabilidad permitió que pudieramos apreciar el trabajo que realizan.

La responsable del Programa de Desarrollo Social del Conape, Sara Matos, nos explicó que Bienvenida se encuentra allí de manera trasitoria y que fue por la condición de vulnerabilidad en que ella se encontraba en su vivienda. Dijo que Conape asumió la responsabilidad de llevarla a un lugar seguro y que tomó las medidas pertinentes para preservar su integridad física y mental.

Matos expuso que Bienvenida permane-cerá en la casa de acogida hasta tanto se determine si va un centro permanente o si es reubicada con sus familiares, o sea, si puede regresar a su casa.

“Ella está bajo el seguimiento de un equipo multidisciplinario de especia-listas, quienes en el momento que lo consideren adecuado determinarán si va a un centro permanente o si tiene las condiciones para ser reubicada con su familia, que es lo que promueve el Conape”, explica Matos. Respecto al compromiso de ayudarle a reparar su vivienda, refiere que realizan las gestiones para que el Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) incluya a Bienvenida en los censos que ellos realizan y pueda ser reubicada en un lugar más digno o sea reconstruida su casa.

“Hasta que no tengan un lugar seguro para Bienvenida, no la vamos a desamparar”, asegura Matos.

Asistencia. Bienvenida muestra que ya se pone de pie con la ayuda del andador, luego de alrededor de cinco años sin poder caminar.

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