Fuegos artificiales

Casi la mitad de las personas lesionadas por fuegos artificiales son espectadores. Niños de 15 años o menos representan una tercera parte de los perjudicados por fuegos artificiales durante las festividades. En un instante un niño juega con sus amigos y, al siguiente, queda ciego durante un accidente causado por juegos pirotécnicos.

En promedio, más de 9,000 lesiones causadas por fuegos artificiales ocurren cada año en Estados Unidos, y aproximadamente 1 de cada 8 causa daños oculares. Lesiones oculares comunes causadas por fuegos artificiales incluyen quemaduras, laceraciones, abrasiones, desprendimiento de retina, daños al nervio óptico y ruptura del globo ocular.

La gente debe estar alerta y tomar precauciones para evitar un riesgo de lesiones graves en los ojos.

Se aconseja asistir a un espectáculo profesional público de fuegos artificiales en lugar de comprarlos para uso doméstico, como la mejor manera de prevenir lesiones que potencialmente pueden causar ceguera. Para quienes asisten a espectáculos de fuegos artificiales profesionales y/o viven en comunidades cercanas al show, es importante respetar las barreras de seguridad del espectáculo y ver los fuegos artificiales a una distancia de por lo menos 500 pies; no tocar fuegos artificiales sin explotar y, en lugar de ello, comunicarse inmediatamente con el departamento de bomberos.

Para quienes decidan comprar fuegos artificiales para consumo personal en los Estados que legalmente lo permiten, recomendamos seguir las siguientes medidas de seguridad para evitar lesiones en los ojos:

No dejar que los niños jueguen con fuegos artificiales de cualquier tipo, incluyendo luces de bengala; los adultos a cargo del manejo de fuegos artificiales deben usar anteojos de protección, y asegurarse de que los espectadores usen algún tipo de protección ocular. Permita a un pirotécnico capacitado el manejo del encendido de fuegos artificiales de calidad profesional.