La Vida

El secreto de una sonrisa para toda la vida

Una persona no necesariamente tiene que perder toda o gran parte de su dentadura al llegar a la vejez.

Buenos hábitos de higiene, visitas regulares al odontólogo y una adecuada alimentación (que incluya alimentos sanos y un bajo consumo de productos azucarados) constituyen el secreto para tener una sonrisa que se prolongue a lo largo de toda la vida, explica el odontólogo colombiano Marco Aurelio Restrepo.

“Si desde joven se cuida bien y tiene buen contacto con un odontólogo, la persona puede morir tranquilamente con sus dientes”, afirma el especialista.

Si bien es cierto que los dientes se desgastan con los años, este proceso “es paulatino”, aclara Restrepo y, debido a ello, la dentadura tiene la capacidad de “aguantar todo el proceso de envejecimiento”.

Salud bucal del adulto mayor ¿Cuáles son los principales problemas que encuentran los odontólogos en las personas de la tercera edad? Por un lado están las enfermedades en los tejidos blandos y duros. Estas incluyen caries dental y enfermedad periodontal, ya sea gingivitis (cuando la enfermedad periodontal afecta la encía) o periodontitis (cuando afecta el hueso).

Por otro lado se encuentran los traumas provocados por prótesis dentales removibles mal ajustadas o con diseños no adecuados. El mismo proceso de envejecimiento hace que haya pérdida de hueso y que la prótesis se afloje.

Según el odontólogo colombiano Marco Aurelio Restrepo, existen otras lesiones de mayor gravedad, como el cáncer oral, una condición que, asegura, “se ha descuidado mucho a nivel mundial porque la gente, fuera de que desconoce mucho del cáncer oral, no sabe consultar a tiempo”. Cuando el adulto mayor descubre que tiene este padecimiento el cáncer está en un estado muy avanzado y eso hace que los costos de tratarlo se disparen; además del odontólogo, el caso ameritaría la intervención de un oncólogo.

Pérdida de piezas Según la Organización Mundial de la Salud, entre un 30 y un 40 por ciento de los adultos mayores ha perdido los dientes, en tanto que entre la población adulta menor de 60 años la pérdida de piezas dentales afecta a un número de personas que oscila entre 15 y 20 por ciento.

Las causas varían. En el caso de los adultos jóvenes, la razón principal es la caries dental, mientras que en las personas de la tercera edad se da más por la enfermedad periodontal.

“Se pierde el hueso y al perderse el hueso -explica Restrepo-, los dientes se empiezan a perder”.

Problemas de la edad La xerostomía o disminución en la producción de saliva genera resequedad en la boca y puede deberse tanto al consumo de ciertos medicamentos como al mismo paso de los años.

Esta resequedad en la boca tiene dos consecuencias: si el paciente usa prótesis, esta le causará peladuras y otras lesiones; además, al disminuir la saliva se eleva el riesgo de desarrollar caries, ya que este fluido ayuda a mantener la boca limpia de restos de alimentos.

Medicamentos administrados contra la osteoporosis pueden agravar la enfermedad periodontal, dice Restrepo.

Fruto del envejecimiento, la calidad y cantidad del hueso puede disminuir haciendo que el alveolo (cavidad donde se aloja el diente) deje de cumplir su función de sostener el diente. “Lo que uno busca es que (ese proceso) no sea tan agresivo que los dientes se pierdan”.

Pacientes con inmunosupresión y una pobre higiene bucal podrían, además, desarrollar candidiasis, un tipo de infección por hongo.

También puede haber hiperplasia o crecimiento de la encía alrededor de una prótesis mal adaptada, caso que ameritaría cambiar la prótesis y someter al paciente a una cirugía para corregir el exceso de tejido.

En ocasiones, la higiene bucal se ve comprometida en esta etapa de la vida. Personas de todas las edades descuidan su dentadura, pero entre los ancianos hay agravantes como que se olviden de lavar sus dientes (si tienen alzhéimer, por ejemplo) o que hayan perdido la agilidad en sus movimientos (en este caso el dentista recomienda apoyarse en el uso de un cepillo eléctrico).

“Muchas veces es por falta de interés y eso hace que se vuelva un círculo vicioso porque al no tener una buena dentadura, no se va a alimentar bien, va a tener problemas de deglución, para desempeñarse bien, hablar bien, y eso hace que la persona se vaya retrayendo más”, comenta Restrepo.

Prótesis La pérdida de hueso asociada con la vejez afecta las prótesis. En el caso de las movibles, estas se desplazan más fácilmente (de manera especial las inferiores por el movimiento al hablar y la presión de la lengua).

“Lo ideal son los dientes naturales”, comenta Restrepo. El anciano con una caja de dientes debe consumir trozos de alimento más pequeños para masticarlos bien y tener cuidado con la temperatura de la comida, además de que se van a tapar algunas papilas gustativas haciendo que se altere el sentido del gusto.

Con las prótesis fijas hay otros inconvenientes. Si se pierde hueso, hay posibilidad de que el implante también.

Restrepo estuvo en el país para participar en el seminario “Un vínculo de amor todos los días”, organizado por ejecutivos de Tena, marca especializada en productos para el cuidado del adulto, con la participación de geriatras de Colombia, Puerto Rico y República Dominicana.

Consejos para los cuidadores A los cuidadores de los ancianos, Restrepo les exhorta a tener paciencia y buena disposición. Es necesario que ayuden al adulto mayor con su higiene bucal, pero que le permitan lavar sus dientes o prótesis por sí mismo para que se sienta útil.

“Si tiene falta de movilidad colaboren lavando bien sus dientes con una buena crema de dientes, mejor que tenga flúor, un cepillo de cabeza pequeña y cerdas suaves para poder hacer una buena higiene oral”.

Los envejecientes que usan prótesis deben usar un cepillo especial para lavarlas, jabón de mano y mucha agua (nunca blanqueador o cloro, pues esto altera el color de la dentadura postiza).

Un cepillo suave o gaza servirá para lavar la encía y eliminar todo resto de alimento.

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