Palabras de vida

A menudo recibo hermosos comentarios de personas que se identifican con el contenido de Tercer Camino, y me invitan a seguir compartiendo mis pensamientos. Los recibo con humildad, permitiendo tal vez que enriquezcan mi autoestima, aunque sin dar cabida a que de alguna forma alimenten mi ego. Esos generosos regalos son palabras de aliento que se convierten en palabras de vida porque traen consigo el impulso motivador que me anima a dar a mis lectores lo mejor de mi. Dijo Mark Twain que él podía vivir durante todo un mes con un buen cumplido, y le creo, pues el cumplido es una expresión que ayuda al ser humano a crecer como persona. Asimismo podemos con refuerzos positivos ayudar a cambiar a aquellos que han sido invalidados por el mundo que les rodea, incluyendo padres y maestros.

Al sazonar nuestro hablar con palabras de vida llevamos aliento y contribuimos con un granito de arena a la formación de aquellos necesitados de amor. Los niños representan ese material poroso que se fortalece con un buen cumplido.

Sin embargo, entre lo que das y lo que recibes, no todo es azul celeste. La palabra es un arma de doble filo como bien dice Proverbios: “Muerte y vida están en el poder de la lengua...” por eso cuidemos los mensajes, no sea que parezcan pulidos y amables y en realidad sean subliminales.

Pero bueno... Si de alguna manera lo que escribo se convierte en palabras de vida, esta columna habrá alcanzado su objetivo y mis desvelos habrán tenido sentido.